EL LIBRO DE LOS REFRANES.

COLECCION ALFABETICA


DE

REFRANES CASTELLANOS,

EXPLICADOS CON LA MAYOR CONCISION Y CLARIDAD

POR

D. JOSÉ MARÍA SBARBI, PRESBÍTERO,
AUTOR DE LA "MONOGRAFÍA SOBRE LOS REFRANES Y PROVERBIOS
CASTELLANOS, Y LAS OBRAS Ó FRAGMENTOS
QUE EXPRESAMENTE TRATAN DE ELLOS EN NUESTRA LENGUA,"
OBRA PREMIADA POR LA BIBLIOTECA NACIONAL
DE ESTA CORTE EN EL CONCURSO DE 1871.




MADRID, 1872.

LIBRERÍA DE D. LEON PABLO VILLAVERDE,
calle de Carretas, núm. 4.



ES PROPIEDAD DEL EDITOR.

Imp. de Limia y Urosa, Embajadores, 47.





DOS PALABRAS DEL EDITOR.





El estudio de los refranes, que de unos cuantos años á esta parte va tomando gran importancia en la república de las letras, es uno de los más indispensables para el literato, bien así como para el hombre de sociedad. En efecto, no existe obra alguna, antigua ó moderna, seria ó festiva, que no abunde más ó ménos en proverbios, como tampoco se traba conversaci�n donde á la media docena de palabras no se introduzca alg�n refran, ya como ornato y amenidad del discurso, ora como testimonio y autoridad del principio sentado. ¿Y cuántas veces no ha ocurrido, que por ignorarse el verdadero sentido de tal ó cual refran, se ha hecho de �l una aplicaci�n abusiva? O por lo ménos, ¿cuántas no sucede que al exponerlo se verifica mediante una forma errónea?... Pues á remediar este mal, en la parte posible, sale á luz el presente librito, en cuyas páginas se contienen al pié de 1.800 sentencias acompañadas de su correspondiente explicaci�n, en la forma más sucinta y luminosa que posible ha sido.


Hoy que no se halla en el comercio un libro de esta índole á ningun precio, por haberse agotado las ediciones todas, fácil nos hubiera sido reproducir á la letra cualquiera de tantas recopilaciones como se han hecho en nuestra naci�n; pero en unas nos encontramos con un trabajo diminuto; en otras, por el contrario, superfluo; ésta carecia de explicaci�n; aquéllas las presentaba tal vez err�neas.


Deseoso, pues, de conciliar los extremos todos, esto es, el de la utilidad, el de la elegancia y el de la economía, cometimos la redacci�n de un trabajo de semejante índole á uno de nuestros más competentes y especiales literatos en este ramo, siendo el fruto de sus tareas en este particular la presente Colecci�n, en la que se hallarán muchos refranes que no constan en los diccionarios ni en las obras particulares de este género publicadas hasta el d�a. Si hemos acertado en nuestro propósito, se dar� por muy satisfecho de ello.


EL EDITOR.






COLECCION DE REFRANES,

ADAGIOS

Y LOCUCIONES PROVERBIALES.




Abad de Zarzuela, comísteis la olla, pedís la cazuela.

Hay personas tan exigentes y ambiciosas, que no satisfechas con haber logrado lo razonable y necesario, piden además las cosas superfluas. Tambi�n se dice: Conde y condadura, y cebada para la mula, y Tres cosas demando si Dios me las diese, la tela, el telar, y la que lo teje.


Abad avariento, por un bodigo pierde ciento.

La avaricia redunda por lo com�n en daño del avariento.


Abad y ballestero, mal para los moros.

Si el superior es pendenciero, no les irá bien á los súbditos.


Como canta el abad, responde el sacristan.

Los inferiores, por lo com�n, se acomodan al dict�men de los superiores, e imitan sus costumbres.


El abad de Bamba, lo que no puede comer d�lo por su alma.

Moteja a los que s�lo dan lo que no les puede aprovechar.


El abad, de lo que canta yanta.

Cada uno debe vivir y sustentarse de su trabajo.


Si bien canta el abad, no le va en zaga el monacillo.

Denota, hablando de dos personas, que la una es tan mala como la otra.


Quien mucho abarca, poco aprieta.

Quien emprende o toma a su cargo muchos negocios a un tiempo, por lo com�n no puede desempe�arlos bien todos.


Abeja y oveja, y parte en la igreja, desea a su hijo la vieja.

La carrera eclesi�stica, los colmenares y ganado lanar, proporcionan por lo regular muchas comodidades y riquezas.


Abril, aguas mil.

En este mes suelen ser las aguas abundantes.


Abril y mayo, llave de todo el a�o.

De las lluvias y templanza de estos meses pende la abundancia de las cosechas.


Entre abril y mayo haz harina para todo el a�o.

En esta �poca es forzoso precaver las necesidades de todo el a�o.


Llueva para m� abril y mayo, y para ti todo el a�o.

Denota cu�n convenientes son para las buenas cosechas las lluvias en dichos meses.


Ay, abuelo! sembr�steis alazor, y naci�nos anapelo.

Se dice de los que corresponden con ingratitud a los beneficios.


Criado por abuelo, nunca bueno.

Regularmente los ni�os que son educados por sus abuelos, salen muy mimados y viciosos.


Quien no sabe de abuelo, no sabe de bueno.

Explica el gran cari�o con que los abuelos tratan regularmente a los nietos.


De la abundancia del coraz�n habla la boca.

Por lo com�n, de lo que m�s se habla es de aquello que el �nimo est� muy preocupado.


Lo que abunda no da�a.

(V�ase Nunca por mucho trigo es mal a�o.)


Á quien has de acallar, no le hagas llorar.

No conviene dar que sentir a quien despues hay necesidad o intenci�n de complacer.


Quien el aceite mesura, las manos se unta.

Los que manejan dependencias o intereses ajenos, suelen aprovecharse de ellos m�s de los justo. [Tambi�n se dice: Administrador que administra, y enfermo que se enjuaga, algo traga].


Aceituna, una es oro, dos plata, y la tercera mata.

Advierte la moderaci�n con que se deben comer las aceitunas para que no hagan da�o.


El que est� en la ace�a muele, que n� el que va y viene.

Para conseguir las cosas es preciso tener sufrimiento y constancia.


M�s vale ace�a parada que el molinero amigo.

Cuando est� parada la ace�a por no haber cibera, el primero que llega muele sin detenci�n su trigo, y despacha; pero si est� ocupada, de nada sirve que el molinero sea amigo para no detenerse.


M�s vale acial, que fuerza de oficial.

Los medios o instrumentos pr�pios para un fin, sirven m�s que la violencia.


Allende y aquende, con quien te acompa�as siempre.

En cualquier fortuna o accidente se debe seguir a sus antiguos compa�eros.


Quien a solas se aconseja, a solas se remesa (� se desaconseja.)

Advierte los riesgos que tiene el gobernarse uno por s�lo su dict�men en asuntos de importancia o de gran consideraci�n.


Dormir�is sobre ello, y tomar�is acuerdo.

Se debe proceder en las cosas de importancia con la mayor madurez antes de tomar una resoluci�n, a fin de que �sta salga acertada.


Achaques al odre que sabe a la pez. Achaques al viernes por no le ayunar.

Se aplican a los que alegan pretextos fr�volos para no hacer alguna cosa. Tambi�n se dice en el mismo sentido: El malo, para mal hacer, achaques no ha menester; o este otro: Á buscarla ando la mala de la rueca, y no la hallo.


En achaque de trama, ¿v�steis ac� a nuestra ama?

Apl�case a los que fingen una cosa, y hacen o quieren hacer otra.


Ab�janse los adarves, y �lzanse los muladares.

Se usa cuando vemos que el hombre noble se humilla, y el ruin se alza. Tambi�n se dice: Ab�janse los estrados, y �lzanse los establos.


Adivino de Marchena, que el sol puesto, el asno a la sombra queda.

Burla que se hace a los que dicen una cosa como secreta o misteriosa, cuando ya todos la saben. De otro modo:


Por adivino le pueden dar cien azotes. Administrador que administra, y enfermo que se enjuaga, algo traga.

(V�ase Quien el aceite mesura, las manos se unta.)


Administradorcillos, comer en plata y morir en grillos.

Se dice de los que gastan y triunfan con las rentas ajenas que administran, y despues vienen a morir en la c�rcel.


Á buen adquiridor, buen expendedor.

La hacienda que sin trabajo y afan se adquiri�, va por lo com�n a parar a manos de quien en breve tiempo la disipa y consume.


Afanar, afanar, y nunca medrar.

Algunas personas son tan desgraciadas, que por m�s trabajo y diligencia que pongan, nunca mejoran de fortuna.


De lo ajeno, lo que quisiere su due�o.

Explica la conformidad y gratitud que debe tener el que recibe respecto del que da, aunque el don sea corto.


Agosto, frio en rostro.

Denota que en este mes suele empezar a sentirse el frio. Cuando sucede lo contrario, dicen algunos: Agosto frie el rostro.


Agosto y vendimia no es cada d�a, y s� cada a�o, unos con ganancia y otros con da�o.

Aconseja la econom�a con que deben vivir los labradores, porque la cosecha es s�lo una, y �sa contingente.


All� lo veredes, dijo Agrajes.

(V�ase Todo andar� bien si la varita no se quiebra.)


Agua de por mayo, pan para todo el a�o.

Manifiesta cu�n convenientes son en este mes las lluvias para fecundizar los campos.


Aguas de por San Juan, quita vino y no da pan.

La lluvia por San Juan es da�osa a las vides, y de ninguna utilidad a los trigos.


Agua no enferma, ni embeoda, ni adeuda.

Se recomiendan los buenos efectos del agua por contraposici�n a los perjudiciales que suele causar el vino.


Agua pasada no muele molino.

Da a entender el poco caso que se debe hacer de las cosas pasadas cuando ya no sirven ni conducen a las presentes.


Agua al higo, y a la pera vino.

Se dice porque el higo es caliente, y la pera aguanosa y fria.


Agua fria y pan caliente nunca hicieron buen vientre.

Denota que son malos los alimentos cuando no son apropiados a nuestra econom�a.


Agua de agosto, azafran, miel y mosto.

Las lluvias en este mes son provechosas al azafran, a las abejas y a las uvas.


Agua coge con harnero quien se cree de ligero.

Ense�a la cautela y prudencia con que se debe dar asenso a las expresiones de los hombres.


Al enfermo que es de vida, el agua le es medicina.

Cuando las cosas han de suceder con felicidad, poco o nada importan los embarazos y estorbos que se ponen a su logro.


Cada uno quiere llevar el agua a su molino, y dejar en seco el del vecino.

Se dice del que s�lo atiende a su propio inter�s o conveniencia, sin cuidarse de los dem�s.


Del agua mansa me libre Dios, que de la brava me guardar� yo.

Las personas de genio, al parecer manso y apacible, cuando llegan a enojarse suelen ser m�s impetuosas y terribles. D�cese a semejanza de los rios donde el agua va muy sosegada y mansa, que son m�s de temer por su profundidad. Usase m�s comunmente de este refran en la primera prte; y tambi�n se suele decir en el mismo sentido: Gu�rdate del agua mansa.


Del agua vertida, alguna cogida.

Se advierte que cuando no se pudiere recobrar enteramente lo perdido, se procure recoger la parte que fuere posible; porque del mal, el m�nos.


Nadie diga: de este agua no beber�.

Ninguno est� libre de que le suceda lo que a otro, y por tanto no debe jactarse de poderse sustraer a las leyes universales.


Quien echa agua en la garrafa de golpe, m�s derrama que ella coge.

Para que salgan bien hechas las cosas no se han de ejecutar con precipitaci�n.


Agudo como punta de colchon.

N�tase ir�nicamente al que es rudo y de poco entendimiento.


Aqu� perd� la aguja, aqu� la hallar�.

Se dice de los que, habiendo salido mal de una empresa, vuelven de nuevo a acometerla con la esperanza de insdemnizarse de los perjuicios que sufrieron.


Quien acecha por agujero, ve su duelo.

Los que son demasiadamente curiosos, suelen oir o ver cosas de que les resulta pesadumbre y disgusto.


No suda el ahorcado, y suda el teatino.

Se aplica al que se apura por el negocio ajeno m�s que el mismo interesado.


Al loco y al aire, darle calle.

Deben evitarse contiendas con personas de genio violento e inconsiderado.


Al viejo m�dale el aire, y darte ha el pellejo.

Es sumamente peligroso en la vejez mudar de clima.


Ajo crudo y vino puro pasan el puerto seguro.

Para vencer cualquiera dificultad o peligro, se deben prevenir y tomar con tiempo los medios necesarios.


Muchos ajos en un mortero, mal los maja un majadero.

Es dificultoso para una persona sola manejar muchos negocios a un tiempo.


Quien se pica, ajos come.

Quien se resiente de lo que se censura en general o casualmente, da indicios de estar comprendido en ello.


El ajuar de la ti�osa, todo albanegas y tocas.

Algunas mujeres gastan en adornos exteriores y superfluos lo que debieran reservar para cosas necesarias.


Por ajuar colgado no viene hado.

El acierto en los matrimonios se debe encomendar a Dios, y no fiarlo s�lo de la prevenci�n del dote.


M�s vale mal ajuste que buen pleito.

Se deben evitar y huir los pleitos a�n con detrimento en el ajuste, por la contingencia de perderlos, y la certidumbre de los gastos que ocasionan.


Por el alabado dej� el conocido, y v�me arrepentido.

Adviere no aventuremos la fortuna o la conveniencia que gozamos por la esperanza de otra que se nos figure mayor.


Nadie se alabe hasta aque acabe.

(V�ase Al fin se canta la gloria.)


Quien no se alaba, de ruin se muere.

Muchos no son estimados como merecen por no manifestar lo que saben.


Quien del alacran est� picado, la sombra le espanta.

(V�ase El gato escaldado, del agua fria huye.)


Alazan tostado, antes muerto que cansado.

Explica lo fuertes e incansables que son los caballos de este color.


El porfiado albardan comer� tu pan.

Los entremetidos, por lo m�s que los despidan, vuelven adonde conocen que han de sacar utilidad. Por ellos se dijo que: Quien no tiene verg�enza, todo el mundo es suyo.


Coser y hacer albardas, todo es dar puntadas.

Ir�nicamente se dice de los que por no examinar bien las cosas confunden materias muy diversas, teni�ndolas por unas mismas, s�lo porque se parecen en alguna circunstancia accidental.


La albendera, los disantos hilandera.

Satiriza a las mujeres que por holgar los d�as de labor, suelen trabajar los d�as de fiesta, afectando que tienen mucho que hacer.


Ni te alborotes, ni te enfotes.

Reprende la demas�a en la desconfianza o confianza.


Albricias, madre, que pregonan a mi padre.

(V�ase Alegr�as, albarderos, que se quema el b�lago.)


Albricias, padre, que el obispo es chantre.

Se dice de los que piden albricias por cosas que no lo merecen.


Albricias, padre, que ya podan.

Burla hecha a las personas que inconsideradamente dan por seguro el logro de alguna cosa antes de su tiempo regular, como del fruto cuando el �rbol se est� podando.


Quien descubre la alcabala, �se la paga.

Se aplica a los que inadvertidamente descubren o dicen alguna cosa de cuyo recuerdo les puede venir da�o.


Ya esta duro el alcacer para zampo�as.

Se dice de las personas a quienes se ha pasado la saz�n o tiempo conveniente para su ense�anza.


Alcalde de aldea, el que lo des�e, �se lo sea.

No se deben apetecer oficios que tienen m�s de grav�men que de autoridad ni provecho.


De alcalde a verdugo, ved c�mo subo.

Se suele decir por mofa cuando alguno ha tomado empleo muy inferior al que tenia.


Alcanza quien no cansa.

Para conseguir, suele ser medio muchas veces el no importunar.


Alcanza quien no se cansa.

El que no se reserva en sus fuerzas, de cualquier g�nero que �stas sean, no podr� llegar felizmente al t�rmino de su empresa.


Alcaravan zancudo, para otros consejo, para ti ninguno.

Reprende a los que dan consejos a otros, y no los toman para s�.


Al alcornoque no hay palo que le toque, sino la encina que le quiebra la costilla.

No hay cosa que no tenga su contraria.


Con otro ea, llegaremos a la aldea.

Con el trabajo y la constancia se llega al fin que se pretende.


Alegr�a secreta, candela muerta.

Con el trabajo y la constancia se llega al fin que se pretende.


Alegr�as, albarderos, que se quema el b�lago.

Burlarse de aquellos que celebran las cosas que debian sentir.


Alegr�as, antruejo, que ma�ana ser� ceniza.

Denota cu�n poco durables son los gustos de la vida humana.


Alfaya por alfaya, m�s quiero pandero que no saya.

Hay personas que anteponen la diversi�n a la verdadera conveniencia.


Algo es queso, pues se da por peso.

Advierte ser apreciables las cosas que se dan por peso y medida.


Algo se ha de hacer para blanca ser.

Quien tiene alg�n defecto, necesita poner de su pare alguna diligencia para disimularlo. Apl�case a las mujeres que por parecer hermosas padecen mil martirios con los menjurjes que hacen a este fin.


Algo ajeno no hace heredero.

La hacienda ajena o mal adquirida no aprovecha a los depositarios o usurpadores de ella.


Algod�n cogi�, cual la hallaste tal te la d�.

Advierte lo expuestas que est�n a perderse la mozas que andan por el campo a su libertad, como las que van a coger algodon.


Alguacil de campo, cojo o manco.

Los que ejercen este oficio, suelen tal vez recibir graves heridas por impedir que entren a cazar en los t�rminos del lugar cuya defensa tienen a su cargo.


Alguacil descuidado, ladrones cada mercado.

Advierte los des�rdenes que nacen del descuido de los ministros de justicia.


Descalabrar al alguacil, y acogerse al corregidor.

Se dice del que procurando huir de un peligro se mete m�s en �l.


Alhaja que tiene boca, nadie la toca.

Todos huyen de aquello que trae costa o gasto.


Alquimia probada, tener renta y no gastar nada.

Da a entender que el medio m�s seguro para hacer dinero, es no gastarlo.


El que al altar sirve, del altar come.

(V�ase El abad, de lo que canta yanta.)


All�gate a los buenos, y ser�s uno de ellos.

Recomienda la utilidad que se sigue de las buenas compa��as.


Ama sois, ama, mientras el ni�o mama; desde que no mama, ni ama ni nada.

Por lo com�n s�lo estimamos a las personas mientras necesitamos de ellas. Usase las m�s veces solamente de la primera pare de este refran. Se dice tambi�n: Entretanto que cria, amamos al alma; en pasando el provecho, luego olvidada.


El ama brava es llave de su casa.

La severidad de los amos contiene a la familia para que no haya excesos ni desperdicios.


El que no te ama, burlando te difama.

Debe huirse de burlas que paran en injurias.


Quien bien ama tarde olvida.

El dejar de amar es prueba que nunca se am� de veras, porque el amor verdadero es constante.


Quien feo ama, hermoso le parece.

Expresa lo que enga�a el deseo, y la voluntad o el afecto.


Am�n, am�n al cielo llega.

Denota la eficacia que tienen las oraciones o ruegos repetidos para alcanzar lo que se pide.


Amigo viejo, tocino y vino a�ejo.

En estas tres cosas, la mejor es la m�s antigua.


Amigo reconciliado, enemigo doblado.

No debe uno fiarse de un enemigo con quien se han hecho de nuevo las amistades.


Al amigo y al caballo, no apretallo.

No conviene importunar a los amigos.


Á muertos y a idos no hay m�s amigos.

Da a entender lo mucho que la ausencia entibia la amistad.


Entre dos amigos, un notario y dos testigos.

La seguridad y formalidad en lo que se trata, no se debe juzgar desconfianza, �ntes bien sirve para mantenerla sin quiebra o discordia.


M�s vale un amigo que pariente ni primo.

Á veces vale m�s una buena amistad, que el parentesco m�s �ntimo.


Mientras m�s amigos, m�s claros.

Entre amigos se debe hablar con toda ingenuidad y franqueza.


Reniego del amigo que cubre con las alas y muerde con el pico.

Reprende a los lisonjeros y enga�osos, que dando a entender favorecen o defienden a otro, le hacen notable perjuicio descubriendo por otra parte sus faltas.


Tan amigos como de �ntes.

Denota uno su indiferencia en que se le conceda o no lo que pide a otro.


El amigo que no presta y el cuchillo que no corta, que se pierda poco importa.

No debemos apurarnos porque se pierdan las cosas in�tiles.


Entre amigos y soldados, cumplimientos son excusados.

Entre los que se tratan con amistad y llaneza, no se debe reparar mucho en ceremonias.


Descubr�me a �l como amigo, y arm�seme como testigo.

Ense�a la cautela que debe observarse para confiar un secreto, pues muchos, so capa de amistad, abusan del sigilo.


De amigo a amigo, de compadre a compadre, sangre en el ojo.

No conviene confiar demasiado en todos los que se venden por amigos.


Al amigo, con su vicio.

Advierte que no se debe dejar al amigo porque tenga alg�n defecto.


Amistad de yerno, sol en invierno.

Denota la tibieza y poca duraci�n de la amistad entre suegros y yernos.


El ojo del amo engorda al caballo.

Previene cu�n �til es que cada uno cuide por s� mismo de las cosas proprias.


Haz lo que tu amo te manda, y sentar�ste con �l a la mesa.

Da a entender la mucha estimaci�n que logra de su amo el criado que le obedece puntualmente.


Ni en burlas, ni en veras, con tu amo partas peras.

Advierte el respeto con que siempre debe tratarse a los superiores.


Quien a muchos amos sirve, a uno u otro ha de hacer falta.

No se pueden desempe�ar perfectamente las cosas, cuando se emprenden o se tratan muchas a un tiempo.


Amor loco, yo por vos, y vos por otro.

Muchas veces la persona que es muy amada de uno, suele amar a otro que no le corresponde.


Amor, opini�n y fortuna corren la tuna.

Denota lo incierto y voluble de estas tres cosas.


Amor con amor se paga.

Denota la mutua correspondencia de algunas personas en cualquier cosa favorable o contraria.


Amor de asno, coz y bocado.

Se dice de aquellos que muestran su cari�o haciendo mal, como lo hacen los asnos.


Amor de ni�o, agua en cestillo.

Manifiesta la poca seguridad que se debe tener en el cari�o de los ni�os.


Amor de padre, que todo lo dem�s es aire.

S�lo el amor de los padres es el seguro y verdadero.


Vanse los amores, y quedan los dolores.

Los fines de los amores son ordinariamente amargos y tristes.


De los amores y las ca�as las entradas.

El amor, a los principios es m�s vehemente, as� como en el juego de ca�as es mayor el ardor y gallard�a con que se empieza.


Amor trompero, cuantas veo tantas quiero.

Nota la facilidad de los que se enamoran de cuantas mujeres ven.


El amor y el dinero no puede estar encubierto.

Denota la facilidad que hay en conocer qui�n es rico o est� enamorado.


El amor y la fe en las obras se ve.

Las obras son las que dan el testimonio m�s seguro e infalible de la intenci�n con que se procede.


Para el amor y muerte no hay cosa fuerte.

Se pondera el podr absoluto de estas dos cosas.


Ande yo caliente, y r�ase la gente.

Denota que debe preferirse la comodidad propia a la opini�n ajena, tanto m�s cuanto es sumamente dif�cil agradar a todos.


Quien mal anda, en mal acaba.

Denota que el que vive desordenadamente tiene por lo com�n un fin desastrado.


Quien no puede andar, que corra.

Úsase cuando se manda lo que es dif�cil a quien no pude lo f�cil.


Cuando te dieren el anillo, por el dedillo.

Previene que no se deje pasar la ocasi�n favorable, por lo aventurado que es el que se presente de nuevo.


Si se perdieron los anillos, aqu� quedaron los dedillos.

Advierte que no se debe lamentar mucho la p�rdida de lo accesorio, cuando se salva lo principal; y que ninguno debe sentir demasiado las peque�as p�rdidas cuando queda recurso para poder resarcirlas.


Una �nima sola, ni canta ni llora.

Uno solo, destituido de la ayuda de otros, para ninguna cosa puede ser de provecho.


Anillo en dedo, honra sin provecho.

No se debe emplear el dinero en cosas que s�lo sirven de puro fausto o vanidad.


Ni antruejo sin luna, ni feria sin ramera, ni piara sin artu�a.

Significa que en carnestolendas hay siempre luna nueva; en las ferias, malas mujeres; y en los reba�os, alguna oveja a quien se le haya muerto la cria.


A�o de muchas endrinas, pocas hacinas.

El a�o que es abundante de esta fruta, es escaso de cosecha de granos.


A�o lluvioso, �chate de codo.

Cuando el a�o es de muchas lluvias, est� ocioso el labrador, porque no puede hacer las labores del campo.


Cien a�os de guerra, y no un d�a de batalla.

Se aconseja que aunque se haga la guerra, se procuren evitar los riesgos de una batalla, por lo que se aventura.


El a�o seco tras el mojado, guarda la lana y vende el hilado.

Se dice as� porque pesa m�nos entonces el vellon, habi�ndose lavado, �ntes de trasquilarle, con las lluvias; y por eso aconseja se guarde para venderle cuanda haya tiempo h�medo. El hilado en tiempo seco pierde lo correoso, y se quiebra con facilidad: por eso aconseja que se venda y no se guarde cuando hace ese tiempo.


M�s produce el a�o que el campo bien labrado.

El temperamento y estaciones favorables hacen producir por s� m�s frutos que las labores solas.


No hay mal a�o por piedra, m�s guay de quien acierta.

No se pierde la cosecha en todo una provincia porque se apedree alg�n t�rmino; pero s� quedan perdidos los due�os de las heredades donde descarga la nube o tempestad que trae la piedra.


Poda tard�o y siembra temprano: si errares un a�o, acertar�s cuatro.

Aconseja podar las vi�as y �rboles tarde, porque no se hielen; y sembrar el grano temprano, porque nazca con las primeras aguas del oto�o.


Una en el a�o, y esa en tu da�o.

Se dice de quien, al cabo de mucho tiempo, se determina a hacer alguna cosa, y �sa le sale mal.


A�o malo, panadera en todo cabo.

El oficio de panadera es m�s �til en los a�os est�riles.


A�o de ovejas, a�o de abejas.

El a�o que es bueno para una de estas dos granjer�as, lo es ordinariamente para la otra.


El a�o de la sierra, no le traiga Dios a la tierra.

Da a entender que el a�o que es bueno para la sierra, no lo es para tierra llana.


En diez a�os de plazo que tenemos, �el rey, el asno o yo, no moriremos?

Ciertas promesas se hacen en vista de que, contando con el largo plazo que se les ha prefijado, ser� muy probable ocurra alguna circunstancia notable por la cual quede uno exento de llevarlas a cabo.


Á bueno a�o y malo, molinero u hortelano.

Denota la utilidad casi cierta que rinden estos dos oficios en los a�os abundantes y escasos. En los a�os est�riles, por ser la granjer�a del ganado cabr�o y de cerda, y el cultivo de los huertos los recursos m�s �tiles y seguros, se aplica al refran siguiente: Al a�o tuerto, el huerto; al tuerto, tuerto, la cabra y el huerto; al tuerto retuerto, la cabra, el huerto y el puerco.


A�o de brevas nunca le veas.

Los a�os en que hay abundancia de brevas, suelen ser est�riles en lo dem�s.


A�o de heladas, a�o de parvas.

Denota que en los a�os que hiela mucho, puede esperarse una cosecha abundante, porque arraigando y encepando bien los panes por el hielo, producen mayores las espigas, y el grano muy lleno y pesado. Tambi�n se diece: A�o de nieves, a�o de bienes, y da a entender que en el a�o que nieva mucho, suele ser abundante la cosecha de frutos.


El mal a�o entra nadando.

La excesiva lluvia al principio del a�o da�a mucho, porque se desustancia la tierra.


M�s vale a�o tard�o que vac�o.

Adem�s de su sentido recto, denota que por lo malo que sea esperar mucho tiempo una cosa, siempre es mejor que dejarla de conseguir. Equivale a m�s vale tarde que nunca.


Cual el a�o tal el jarro.

Advierte que el jarro con que se d� de beber, sea chico o grande, segun haya sido abundante o escasa la cosecha de vino. Usase tambi�n para expresar la necesidad que hay de que los gastos no excedan los medios de cubrirlos. Los dos siguientes que tienen casi el mismo sentido, se emplean en semejantes casos: El a�o caro, harnero espeso y cedazo claro. Advierte la econom�a con que se debe vivir en los a�os est�riles. En buen y mal a�o, ten tu vientre reglado. Advierte que ni por lo barato ni por lo caro del a�o, se falte a la templanza en el comer.


No me lleves, a�o, que yo te ir� alcanzando.

Da a entender el deseo natural en los viejos de prolongar cada a�o su vida.


Tras los a�os viene el seso.

Se disculpa alguna acci�n inconsiderada o travesura en personas de poca edad.


A�o derechero, el besugo al sol y el hornazo al fuego.

Denota que para que sea bueno el a�o, ha de hacer sol en noviembre, que es cuando se empiezan a comer los besugos, y llover por abril, que es cuando se comen los hornazos.


Viva usted mil a�os.

Expresi�n cortesana que se usa para significar el agradecimiento por la d�diva o beneficio recibido; as� como tambi�n por las muestras de afecto y amistad. Usase asimismo ir�nicamente para dar a entender a una persona que est� equivocada en su juicio, verbi gratia, Dice usted que son las tres de la tarde, y ya han dado las cinco: viva usted mil a�os.


Lo nuevo aplace y lo viejo satisface.

Denota que aunque las cosas nuevas a primera vista nos exciten un placer m�s vivo, siempre las que tenemos ya experimentadas nos le causan m�s �ntimo y duradero. Apl�case comunmente hablando del trato de gentes.


Apuntar y no dar.

Se dice ya del que ofrece f�cilmente y no lo cumple, ya del que por raz�n de su limitada capacidad, o cuando m�nos, falta de verbosidad, a duras penas se hace entender en su explicaci�n. De estos �ltimos se suele decir tambi�n: concibe y no pare.


Aqu� te cojo, aqu� te mato.

Significa que alguno quiere aprovechar sin tardanza la ocasi�n que se le presenta favorable a sus intereses.


Aqu� fu� Troya.

Se usa para dar a entender que s�lo han quedado las ruinas de alguna gran poblaci�n o de un establecimiento.


Ara por enjuto o por mojado, no besar�s a tu vecino en el rabo.

Da a entender que quien are, en cualquiera saz�n que lo haga, no necesita mendigar el socorro del vecino.


Arada con terrones, no la hacen todos los hombres.

La heredad que est� aterronada necesita de hombres muy robustos para ararla bien y penetrarla, a fin de que produzca.


El arado rabudo, y el arador barbudo.

Conviene que el arado sea largo de reja, y el arador hombre hecho y de fuerzas.


No se saca arador con pala de azadon.

Con medios desproporcionados no se puede conseguir lo que se desea.


Arador de palma, no le saca toda barba.

En la pr�ctica de algunas cosas, se suele encontrar m�s dificultad que en la teor�a de ellas, raz�n por la cual no todos pueden hacer las cosas dif�ciles tan f�cilmente como parecia antes de emprenderlas.


No prende de ah� el arado.

(V�ase No est� en eso la dificultad.)


Ara�a, �qui�n te ara��? Otra ara�a como yo.

(V�ase �Qui�n es tu enemigo? El que es de tu oficio.)


Pic�me una ara�a y at�me una s�bana.

(V�ase Poco mal, y bien quejado.)


Quien a buen �rbol se arrima, buena sombra le cobija.

Da a entender las ventajas que logra el que tiene protecci�n poderosa.


Árbol de buen nav�o, toma un palmo y paga cinco.

El buen �rbol ocupa poco terreno y da mucha utilidad. Suele aplicarse a las personas extremadamente agradecidas, que por un beneficio que reciben devuelven mil.


Reniego del �rbol que a palos ha de dar el fruto.

Reprende a los que por su indocilidad no obran bien sino por fuerza.


Del �rbol caido todos hacen le�a.

Da a entender el desprecio que se hace comunmente de aqu�l a quien ha sido contraria la suerte, y la utilidad que algunos, a fuer de amigos, sacan de �l prevali�ndose de su desgracia.


Arca llena y arca vac�a.

Explica lo que es el curso del dinero en el comercio, porque los que lo ejercen tienen unas veces mucho dinero, y otras ninguno.


En arca abierta, el justo peca.

(V�ase La ocasi�n hace al ladron.)


En arca de avariento, el diablo yace dentro.

P�ntase la fealdad de la avaricia.


Arcaduz de noria, el que lleno viene, vac�o torna.

Se suele aplicar a los que salen de su casa a pleitos y pretensiones, y gastado su caudal, se vuelven sin conseguir lo que solicitaban.


Arco siempre armado, o flojo o quebrado.

Se da a entender que asi como el arco que est� siempre tirante, o se rompe o pierde la fuerza, as� tambi�n las cosas humanas no pueden mantenerse mucho tiempo en un estado violento.


Arco de tejo, recio de armar y flojo de dejo.

Denota que la madera de este �rbol no es a prop�sito para hacer arcos. Tambi�n se dice: Arco de tejo y cure�a de serval, cuando disparan hecho han el mal, y denota que por lo quebradizo de estas maderas, recibe da�o el que dispara �ntes que ofenda al enemigo.


Arco que mucho brega, o �l o la cuerda.

Advierte que el mucho trabajo quebranta las fuerzas.


Arde verde por seco.

(V�ase Pagan justos por pecadores.)


Del hombre malo y del caballo argel, quien fuere cuerdo gu�rdese de �l.

Refran que se aplica al caballo que tiene el pi� derecho solamente blanco, por creerse vulgarmente que no son leales los que tienen esta se�al.


Quien tiene argen, tiene todo bien.

(V�ase Todo lo alcanza el dinero.)


En torcida argolla, no entra la bola.

Muchos negocios suelen malograrse por los obst�culos que ponen los contrarios.


Lo que arrastra, honra.

Nota ir�nicamente el desali�o o negligencia en el vestir hasta el extremo de que vaya arrastrando el traje.


Arreboles al oriente, agua amaneciente.

Cuando se ve por la tarde que hay h�cia el lado del oriente nubes heridas por los rayos del sol, y que son rojas, llover� por la ma�ana. Cuando hay arreboles por todas partes, es se�al de muy mal tiempo, y se dice: Arreboles a todos cabos, tiempo de los diablos. Los siguientes se explican por s� mismo:
Arreboles de Aragon, a la noche con agua son.
Arreboles de Portugal, a la ma�ana sol ser�n.
Arreboles de la ma�ana, a la noche son agua; y arreboles de la noche, a la ma�ana son soles:
Arreboles en Castilla, viejas a la cocina; y arreboles en Portugal, viejas a solejar
, denotan que estas se�ales son de tiempo frio.


Arrendadorcillos, comer con plata, y morir en grillos.

Se dice porque los arrendadores, como manejan mucho dinero suelen gastar demasiado sin cuenta ni raz�n, y al ajuste de cuentas son alcanzados, y vienen a parar en la c�rcel.


Arr�pate, que sudas.

Se dice del que habiendo trabajado poco, afecta estar muy cansado.


Comer arena �ntes que hacer vileza.

Exhorta a la virtud, aconsejando que no se ha de obrar contra ella por m�s que estreche la necesidad.


Armas y dineros, buenas manos quieren.

Para que sean de provecho estas dos cosas, es necesario saberlas manejar.


Arremang�se Morilla, y comi�ronla los lobos.

Reprende a los que se meten en riesgos superiores a sus fuerzas.


Arrieros somos, y en el camino nos encontraremos.

Amenaza de que uno se vale cuando se le niega el favor o la justicia que pide, manifestando al negador que, por efecto de las vicisitudes humanas, podr� presentarse una ocsi�n en que �ste necesite del negado, y entonces sufrir� la represalia.


El arroz, el pez y el pepino, nacen en agua y mueren en vino.

Sobre estos manjares conviene beber vino para que no hagan da�o.


Arroz y gallo muerto.

Pondera la esplendidez de alg�n banquete, con alusi�n a los que suelen haber en las aldeas, en los que por lo regular es �ste el principal plato.


Quien tiene arte va por toda parte.

Es cosa sumamente �til saber alg�n oficio para ganar de comer.


Por arte de birli birloque.

Nota haberse hecho una cosa por medios ocultos y extraordinarios.


Artero, artero, m�s non buen caballero.

Se reprende a los que en su proceder usan de alguna astucia para enga�ar a otro.


As de oros, no le jueguen bobos.

Se advierte que para cualquier empleo o ejercicio, por f�cil que parezca, es necesario tener inteligencia.


a�n no asamos, y ya empringamos.

Satitiza a todo aqu�l que se las promete felices �ntes de llegar la ocasi�n, y reprende todo lo que se hace �ntes de llegar la debida oportunidad.


Cada uno arrima el ascua a su sardina.

(V�ase Cada uno alega en derecho de su dedo.)


Asna con pollino no va derecha al molino.

Explica que no puede hacer rectamente las cosas quien est� poseido de alguna pasi�n o afecto.


Asno malo, cabe casa aguija sin palo.

Moteja a los trabajadores malos y perezosos que s�lo se dan priesa a trabajar al tiempo que ya se acaba la tarea.


Asno con oro, alc�nzalo todo.

Quien tiene dinero consigue lo que quiere, por tonto que sea.


Asno de Arcadia, lleno de oro y come paja.

Reprende a los que, siendo ricos, se tratan con miseria.


Asno de muchos, lobos le comen.

Denota que lo que est� encargado a muchos, ninguno lo cuida.


Asno lerdo, t� dir�s lo tuyo y lo ajeno.

Advierte que los necios no saben callar nada, sea propio o ajeno, favorable o adverso.


Asno sea quien asno batea.

Satiriza a los que dan empleos a los que son incapaces de desempe�arlos, acus�ndolos de m�s ineptos que �stos.


Á asno lerdo, arriero loco.

Significa que, para los que a t�tulo de tontos no hacen lo que deben, el mejor remedio es el castigo.


Al asno muerto, la cebada al rabo.

Reprende la necedad de querer aplicar remedio a las cosas pasada la ocasi�n, o cuando ya no es tiempo.


Cada asno con su tama�o.

Cada uno debe juntarse con su igual.


M�s quiero asno que me lleve, que caballo que me derrueque.

Mejor es contentarse con un mediano estado, que aspirar al peligro de los grandes puestos.


No se hizo la miel para la boca del asno.

Las cosas delicadas o primorosas �nicamente lo son para quien tiene discernimiento y gusto para conocerlas.


Por dar en el asno, dar en la albarda.

Se aplica a los que truecan y confunden las cosas, sin acertar en lo que hacen.


Quien no puede dar en el asno, da en la albarda.

D�cese de los que, no pudiendo vengarse de la misma persona que los ofendi�, se vengan en alguna cosa suya.


No compres asno de recuero, ni te cases con hija de mesonero.

Muy expuesto est� a ser enga�ado el que compra caballer�a que vende un arriero, y el que se casa con hija de mesonero.


No hay atajo sin trabajo.

Sin trabajo no se puede conseguir en poco tiempo lo que se quiere.


Quien bien ata, bien desata.

El que emprende con conocimiento y buenos preparativos cualquier negocio �rduo, sabr� salir bien de �l.


Ni ata ni desata.

Se dice del que habla sin concierto, o no sabe dar raz�n de lo que est� a su cargo.


El avariento rico, no tiene pariente ni amigo.

Explica la ninguna compasi�n que tienen los avarientos de las necesidades ajenas.


M�s vale mala avenencia que buena sentencia.

(V�ase M�s vale mal ajuste que buen pleito.)


Ayunar despues de harto.

Vitupera a los que ostentan mortificaci�n y viven regaladamente.


Cuando ayunque sufre, cuando mazo tunde.

Ense�a que debemos acomodarnos al tiempo y a la fortuna.


Harto ayuna el que mal come.

Explica la penalidad del mal comer como equivalente al ayuno.


Quien trae azada, trae zamarra.

Con el trabajo se adquiere la comida y vestido.


�Á la primera azadonada quereis sacar agua?.

Las cosas �rduas no se consiguen a las primeras diligencias, sino a fuerza de tiempo o constancia.


En el azogue, quien mal dice mal oye.

Advierte que quienmurmura de otros en parte p�blica, como lo es la plaza, es por lo com�n castigado con la pena de ser murmurado, y de que salgan al p�blico sus defectos.


El que ha de ser bachiller, menester ha deprender.

Para lograr alg�n fin, es necesario poner los medios proporcionados.


Si Marina bail�, tome lo que hall�.

Advierte el riesgo a que se exponen las mujeres en los bailes.


Desdichado balandran, nunca sales de empe�ado.

Se dice de los que nunca pueden salir de deudas, por m�s esfuerzos que hagan.


De bald�n de se�or o de marido, nunca zaherido.

Denota que los criados no se deben ofender de ninguna palabra de sus amos, ni las mujeres de lo que les digan sus maridos.


M�s vale blanca de paja que maraved� de lana.

Hay cosas que, compradas por m�nos precio, aprovechan doble que otras que cuestan m�s.


Algo hemos de hacer para blanca ser.

No hay cosa de alg�n provecho o reputaci�n que no cueste trabajo.


Jurado ha el ba�o de negro no hacer blanco.

Da a entender que lo natural prevalece siempre contra los esfuerzos del arte; y tambi�n, que es muy dif�cil borrar la mancha o nota que ocasiona el mal modo de obrar, o proviene de bajos o poco honrados principios.


Fu� la negra al ba�o, y tuvo que contar un a�o.

Advierte lo mucho que da que hablar a la gente sencilla cualquiera cosa cuando no la ha visto otra vez.


�Para qu� va la negra al ba�o, si blanca no puede ser?

En vano se aplican los medios cuando el fin no es asequible.


No hay cosa m�s barata que la que se compra.

Significa que no pocas veces los regalos y agasajos son m�s costosos que lo que se compra con el dinero efectivo.


Siempre lo barato fu� caro.

(V�ase Escudero pobre, taza de plata y olla de cobre.)


A poca barba, poca verg�enza.

Advirte que regularmente los pocos a�os hacen a los hombres atrevidos.


De tal barba tal escama.

Regularmente no se debe esperar de los hombres otra cosa que la que corresponde a su nacimiento y crianza.


Hazme la barba, hacerte he el copete.

Conviene ayudarse uno a otro par conseguir muchos lo que desean.


Cuando la barba de tu vecino veas pelar, echa la tuya a remojar.

Debemos servirnos y aprovecharnos de lo que sucede a otros para escarmentar y vivir con cuidado.


Barba a barba, verg�enza se cata.

Da a entender la mayor atenci�n y respeto que se tienen unos a otros en presencia que no en ausencia.


Barba pone mesa, que no pierna tiesa.

Recomienda el trabajo y la aplicaci�n para adquirir lo necesario.


Antes barba blanca para tu hija, que muchacho de crencha partida.

Ense�a deberse preferir para yerno el hombre de juicio, aunque de edad, al mozo que no le tiene.


Cuales barbas, tales tobajas.

Advierte que a cada uno se le debe hacer el honor y obsequio que corresponde a su clase. Su sentido recto pudo venir de los barberos, que, segun los sujetos, as� ponen los pa�os para quitar la barba.


Con m�s barba que un zamarro.

Se reprende y da en cara al que siendo ya hombre, ha hecho alguna acci�n propia de ni�os.


Callen barbas, y hablen cartas.

Advierte ser ocioso gastar palabras cuando hay instrumentos para probar lo que se dice.


A las barbas con dineros, honra hacen los caballeros.

Advierte que a los viejos acaudalados les muestran todos respecto, por el inter�s que esperan lograr cuando mueran.


En la barba del cl�rigo rapada, le nace el pelo.

Aunque d� el cl�rigo con caridad y liberalidad cuanto posee, como se sustenta de la bolsa de Dios, luego se vuelve a llenar la suya.


Quien ha de pasar barca, no cuente jornada.

Explica la contingencia de retardarse la jornada, cuando hay que pasar alguna barca.


Por viejo que sea el barco, pasa una vez el vado.

Por in�til y quebrantado que est� cualquiera, puede servir tal vez de algo.


Servir lo mismo para un barrido que para un fregado.

Apl�case a la persona h�bil y dispuesta para todo.


Barro y cal encubren mucho mal.

El afeite y barniz, puesto en muchas cosas, oculta lo malo que hay en ellas.


Do entra beber, sale saber.

El abuso de las bebidas espirituosas o vinosas embota el entendimiento.


Es tan delgado que se puede beber.

Se usa para ponderar lo muy fino y delgado de los lienzos y encajes.


La que se ense�a a beber de tierna, enviar� el hilado a la taberna.

Los que se acostumbran a beber, consumen en vino todo lo que ganan.


Becerrilla mansa, a su madre y a la ajena mama.

Denota que el hombre comedido, d�cil y de buen genio, halla amparo y buena acogida, no s�lo entre los propios, sino tambi�n entre los extra�os. Tambi�n se dice: Becerilla mansa, a todas las vacas mama.


Meterse en alg�n berengenal.

Denota que alguno se mete en negocios enredados y dificultosos. D�cese con alusi�n a lo espinoso y �spero de las matas de esta planta.


T� que coges el berro, gu�rdate del anapelo.

Aconseja la cautela con que se debe proceder para evitar lo malo que tiene apariencia de bueno.


Berzas y nabos, para en una son entrambos.

Se dice de aquellos, que, siendo de malas propiedades, se conforman y juntan para hacer alguna cosa.


Si preguntais por berzas, mi padre tiene un garbanzal.

Se zahiere al que responde fuera de prop�sito.


A la bestia cargada, el sobornal la mata.

Significa que al que tiene mucha carga, si le aumentan otra, por ligera que sea, le rinden.


Ya te veo, besugo, que tienes el ojo claro.

Da a entender que se penetra la intenci�n de alguno. Se usa m�s comunmente la mitad de la frase: Ya te veo, besugo.


El bigote al ojo, aunque no haya un cuarto.

Se aplica a los que, teniendo muy cortos medios, quieren ostentar gravedad y circunspecci�n.


El bien no es conocido hasta que es perdido.

Denota el gran aprecio que debe hacerse de la buena suerte, por los perjuicios y da�os que se experimentan cuando se malogra.


El bien suena y el mal vuela.

Da a entender que m�s presto se saben las noticias malas que las buenas.


Del bien al mal no hay un canto de real.

Se advierte cu�n cerca est�n los males de los bienes.


El bien le hace mal.

Da a entender que alguno hace uso del bien que tiene, y le convierte en da�o propio.


El bien o el mal, a la cara sal.

Significa que la buena o mala disposici�n de la salud se manifiesta en el semblante; o tambi�n, que no se pueden disimular f�cilmente los afectos del �nimo.


Haz bien, y no mires a quien.

Ense�a que el bien se ha de hacer sin fines particulares ni atender a determinada persona.


Quien bien te har�, o se te ir� o se te morir�.

Advierte que los desgraciados pierden luego sus bienhechores.


Quien bien tiene y mal escoge, del mal que le venga no se enoje.

Advierte que el que deja un bien cierto por otro dudoso, no debe quejarse de su desgracia.


Bienes de campana, d�los Dios, y el diablo los derrama.

Reprende a algunos eclesi�sticos que no aplican sus bienes a los fines para que los destina la Iglesia.


El bobo, si es callado, por sesudo es reputado.

Recomienda la prudencia en ocultar con el silencio la falta de capacidad.


¿Que haces, bobo? Bobeo, escribo lo que me deben y borro lo que debo.

Dice de los que s�lo hacen lo que les tiene cuenta, y se desentienden de lo dem�s.


Al bobo, m�dale el juego.

Da a entender que a los que quieren parecer instruidos en todas las cosas, porque hablan mucho de aquellas que tienen estudiadas o saben de memoria, se les descubre su ignorancia en mud�ndoles de asunto.


Bobos van al mercado, cada cual con su asno.

Apl�case a los que por salir con la suya insisten necia y porfiadamente en su dict�men, aunque conozcan que es contra raz�n.


A los bobos se les aparece la madre de Dios.

Denota que a algunos, sin hacer diligencia alguna, les viene la fortuna, sin saberse c�mo ni por d�nde.


Por la boca muere el pez.

V�ase Al gallo que canta le aprietan la garganta: Advierte el da�o que se puede seguir al que o calla el delito que otro ha cometido, y del cual es noticioso.


Boca pajosa cria cara hermosa.

Advierte lo bien que parecen las mujeres aplicadas a sus labores. Dijose por las hilanderas, que regularmente arrojan con la boca las pajillas que tiene el lino o ca�amo. Tambi�n se dice: Boca brozosa cria mujer hermosa.


Boca con rodilla, y al rinc�n con la almohadilla.

Recomienda el retiro y aplicaci�n que deben tener las doncellas.


A una boca una sopa.

Ense�a la distribuci�n que se debe hacer de los bienes, para que alcancen a muchos y no se los coma uno s�lo.


En la boca del discreto, lo p�blico es secreto.

Ense�a la prudencia con que en los secretos se gobiernan los sabios.


Mala boca, peces coma.

Imprecaci�n contra los murmuradores y maldicientes, como dese�ndoles se puncen con las espinas en que abundan.


No diga la boca lo que pague la coca.

Advierte que no se digan palabras de donde pueda prevenir alg�n mal al que las dice. Tambi�n se usa: No diga la lengua lo que pague la cabeza.


Boca con duelo, no dice bueno.

Denota que los que est�n enojados con alguna persona, no hallan cosa buena que decir de ella, por obrar bajo la presi�n del resentimiento.


En boca cerrada no entra mosca.

Ense�a que por lo com�n es conveniente callar, pues este es el mejor modo de no equivocarse.


Halagar con la boca, y morder con la cola.

Nota la falsedad de los que se muestran amigos y proceden como enemigos.


La boca y la bolsa abierta, para hacer cosa cierta.

Ense�a que para ser bien visto en cualquier lugar en que uno se establezca, ha de hablar bien de todos y ser liberal y franco.


Llorar a boca cerrada, y no dar cuenta a quien no se le da nada.

Ense� que no comuniquemos nuestros males a quien no se ha de compadecer de ellos ni remediarlos.


Quien tiene boca, no diga a otro sopla.

Ense�a no dejar al cuidado ajeno lo que puede uno hacer por si.


A bocado haron, espolada de vino.

Advierte que as� como a bestia lerda se la estimula con la espuela, as� al manjar seco e indigesto se le ha de ayudar con vino.


M�s valen dos bocados de vaca que siete de patata.

Se denota que es mejor poco bueno que mucho malo.


Bocado comido no gana amigo.

Advierte que quien no parte lo suyo con otros no gana las voluntades, ni puede resentirse por otra parte de experimentar la rec�proca.


A buen bocado, buen grito.

Da a entender que est� bien empleado a cualquiera el mal que se ha buscado por entregarse sin rienda a cualquier placer. Significa tambi�n que lo que mucho vale, mucho cuesta.


A boda ni bautizado, no vayas sin ser llamado.

Aconseja que ninguno se deba meter en funciones no siendo convidado, especialmente donde se come y se bebe.


De tales bodas, tales tortas.

Ense�a que los que andan en malos pasos no pueden tener buen fin.


En la boda, quien m�nos come es la novia.

Muestra que en las grandes funciones, el que m�nos las disfruta es el due�o de la casa, por el cuidado que tiene en dar providencias para que todo est� pronto.


Lo que no viene a la boda, no viene a toda hora.

Significa que lo que prometen los suegros, si no se cumple �ntes de efectuarse la boda, se cobra despues con dificultad.


Ni boda pobre ni mortuorio rico.

Da a entender que al tiempo de celebrarse los casamientos, se procura ponderar los caudales m�s de lo que son en realidad, y disminuirse cuando llega el caso de la muerte; y cuando se quiere decir que no se hacen las cosas grandes a poca costa, se usa de: No hacerse la boda de horros, sino de buenos ducados redondos, o de buenos bollos redondos.


No hay boda sin do�a Toda.

Se dice de algunas se�oras que se hallan en todas las fiestas, aunque sean de particulares.


Quien bien baila, de boda en boda se anda.

El que tiene alguna gracia o habilidad, quiere ense�arla a todos.


Si de esta escapo y no muero, nunca m�s bodas al ciclo.

Exclamaci�n en que prorumpen los que se hallan metidos en un lance peligroso, de que les parece muy dif�cil la salida, o los que escarmentados de alg�n da�o, hacen prop�sito de ser m�s reservados en adelante. Otros dicen: Si Dios de esta me escapa, nunca me cubrir� tal capa.


Al que va a la bodega, por vez se le cuenta, beba o no beba.

Advierte que se huya de lugares sospechosos, aunque no se vaya con mal fin, porque la malicia humana s�lo se paga de exterioridades.


Bofet�n amagado, nunca bien dado.

Muchas veces el que amenaza no tiene �nimo de poner en ejecuci�n lo que dice, sino de atemorizar tan solamente.


Se puede perdonar el bollo por el coscorron.

Demuestra que muchas cosas tienen m�s de trabajo y gasto que de utilidad o conveniencia, y que por tanto nada se pierde en no adquirirlas o en enajenarlas.


Bolsa sin dinero, ll�mola cuero.

Significa el poco aprecio que se debe hacer de las cosas, cuando no sirven para el fin a que est�n destinadas.


El que compra y miente, su bolsa lo siente.

D�cese contra los que por ostentar industria y habilidad, disminuyen el precio de las cosas que compran.


Hu�lame a m� la bolsa, y hi�date a t� la boca.

Apl�case a los que anteponen su comodidad y provecho a su buen nombre y fama.


Quien tiene cuatro y gasta cinco, no ha menester bolsico.

Al que gasta m�s de lo que tiene no le queda que guardar, y por tanto le est� de sobra la bolsa. D�cese tambi�n: Donde hay saca y nunca pon, presto se acaba el bolson.


Ni al ni�o el bollo, ni al santo el voto.

Ense�a que se debe cumplir todo lo que se promete.


Bonete y almete, hacen casas de copete.

Denota que las armas y letras dan lustre a las familias.


Bord�n y calabaza, vida holgada.

Invectiva contra los vagamundos que eligen este modo de vivir por no trabajar.


Mal haya el romero que dice mal de su bordon.

Imprecaci�n contra los que dicen mal de sus cosas.


Al que no est� hecho a bragas, las costuras le hacen llagas.

Denota la repugnancia y dificultad que cuesta hacer las cosas a que no est� uno ense�ado o acostumbrado.


¿Qu� tienen que hacer las bragas con el alcabala de las habas?

Expresi�n con que se satiriza a los que hablan fuera de prop�sito, o de particulares ajenos al asunto que se est� tratando.


Brasa trae en el seno la que cria hijo ajeno.

Denota el gran cuidado y zozobra que trae consigo el encargarse de cosas ajenas.


Sobre brevas, agua no bebas.

Este refran, sin embargo del que dice: Agua al higo y a la pera vino, aconseja no ser saludable beber agua sobre las brevas.


Borrachez de agua, nunca se acaba.

Ense�a que los vicios crecen al paso que se frecuentan las ocasiones.


Al borracho fino, ni el agua basta ni el vino.

Se nota que el que bebe mucho vino necesita despues mucha agua.


No hay tales borregos.

Frase familiar de que se usa para manifestar que no es cierto lo que se dice.


A la borrrica arrodillada doblarle la carga.

Se dice contra los que a�aden trabajo a los que no pueden con el que tienen.


El que tiene bua, �se la estruja.

Nadie se interesa en remediar los males como el que los padece.


Arr�mate a los buenos, y ser�s uno de ellos.

Ense�a el provecho que se saca de las buenas compa��as.


Buey viejo, surco derecho.

Se aplica a los hombres que guiados de su inteligencia y pr�ctica, manejan bien sus encargos u oficios.


A buey har�n poco le presta el aguijon.

Se aplica a la persona lerda o perezosa, que por mucho que la estimulen, nunca sale de su paso.


Al buey por el asta y al hombre por la palabra.

Declara quedar el hombre tan atado por la palabra a cumplirla, como el buey uncido por el cuerno, para tirar o arar.


Al buey viejo m�dale el pesebre, y dejar� el pellejo.

Ense�a que los hombres ancianos, mudando de clima y alimentos, exponen su salud y vida. Este refran significa lo mismo que: Al viejo m�dale el aire, y darte ha el pellejo.


Al buey maldito el pelo le reluce.

Advierte que los malos deseos del contrario o enemigo regularmente salen vanos, y �un suelen resultar en provecho del sujeto contra quien se tienen.


El buey sin cencerro pierdese presto.

Advierte el cuidado y diligencia que se debe poner en las cosas para que no se pierdan.


El buey suelto, bien se lame.

Denota lo apreciable que es la libertad.


El buey bravo, en tierra ajena se hace manso.

Denota que en pa�s ajeno se procede con m�s templanza y moderaci�n, por faltar el apoyo que se halla en la patria propria.


El que no tiene buey ni cabra, toda la noche ara.

Ense�a y da a entender el desvelo y cuidado que ocasiona el carecer de los medios necesarios para alg�n fin.


Habl� el buey, y dijo mu.

Se aplica a los necios acostumbrados a callar, y que cuando llegan a hablar es para decir alg�n disparate.


Quien bueyes ha perdido, cencerros se le antojan.

Advierte lo que nos enga�a el deseo, pues con poco fundamento persuade el logro de lo que apetecemos.


A buey viejo no le cates majada, que �l se la cata.

Usase contra los que quieren dar consejos y advertencias a los experimentados. Tambi�n se dice: Buey viejo no le cates abrigo.


Are mi buey por lo holgado, y el tuyo por lo alabado.

Ense�a que la tierra holgada da m�s fruto que la que se siembra todos los a�os, aunque sea de mejor calidad.


El buey que me acorn�, en buen lugar me ech�.

Denota que lo que parece desgracia, suele ser or�gen de alguna fortuna.


El buey viejo arranca la gatu�a del barbecho.

Da a entender que no se deben despreciar ligeramente las cosas viejas, porque suelen ser muchas veces de grande provecho y mayor utilidad que las nuevas.


El ruin buey holgando se descuerna.

D�cese de los que se fatigan con poco trabajo.


Cada buhonero alaba sus agujas.

Da a entender que todos celebramos nuestras cosas, aunque no lo merezcan. Se dicen tambi�n los siguientes: Cada ollero alaba su puchero. Cada uno alaba sus agujetas. Cada pulpero alaba su queso.


Bu�olero, a tus bu�uelos.

Aconseja que cada cual atienda a lo que le toca y es de su profesi�n.


Burla con da�o, no cumple el a�o.

Da a entender que las burlas perjudiciales duran poco tiempo.


A la burla dejarla cuando m�s agrada.

Da a entender que la demasiada continuaci�n de la chanza suele parar en pesadumbre y disgusto.


No hay peor burla que la verdadera.

Aconseja que en las chanzas no se eche en cara a los otros los defectos que tienen.


Burla burlando.

Locuci�n familiar de que se usa cuando alguno, por medio de asechanzas, consigue lo que dice; y as� se dice: Burla burlando, consigui� su empleo; Burla burlando, le dijo buenas claridades. Otras veces significa hallarse, sin advertirlo, donde no se pensaba, como: Burla burlando, hemos ya andado dos leguas; Burla burlando, son ya las doce de la noche.


Burla burlando, v�se el lobo al asno.

Denota la facilidad con que cada uno se encamina a lo que es de su inclinaci�n o conveniencia.


Jo, que te estrego, burra de mi suegro.

Se aplica a los que se resienten cuando les hacen bien.


Hay muchos burros de un mismo pelo.

V�ase Hay un diablo que se parece a otro.


Caballo que alcanza, pasar querria.

Denota que por lo com�n aspiramos a m�s de lo que hemos conseguido.


En Castilla el caballo lleva la silla.

Manifiesta que en los reinos de Castilla el hijo sigue la nobleza de su padre, aunque la madre sea plebeya.


Si el caballo tuviese bazo y la paloma hiel, toda la gente se avendria bien.

Ense�a que no podr� tener buen trato y correspondencia el que no contemporice con los defectos o inclinaciones de los dem�s.


A caballo presentado no hay que mirarle el diente.

Reprende la impertinencia de los que andan buscando faltas en las cosas que les regalan, manifestando su genio descontentadizo.


Eso queremos los de a caballo, que salga el toro.

Explica el deseo que tiene alguno de lo que mira como �til, aunque a costa de alguna dificultad o peligro.


De caballo de regalo a rocin de molinero.

Aconseja al que est� en alta fortuna, el que tema su caida.


Cabeza loca no quiere toca.

Expresa que la persona intr�pida y de poco juicio no admite correcci�n.


Do no hay cabeza raida, no hay cosa cumplida.

Advierte que los eclesi�sticos son por lo regular el amparo de sus familias.


La cabeza blanca, y el seso por venir.

Reprende a los que siendo ya ancianos, proceden en sus acciones sin juicio y sin madurez.


Quebr�steme la cabeza, y ahora me untas el casco.

Nota al que con adulaci�n y lisonja quiere curar el grave da�o que antes ha hecho contra el mismo sujeto a quien ahora halaga.


M�s vale ser cabeza de rat�n que cola de leon.

Denota que es m�s apreciable ser el primero, y mandar en una comunidad o corporaci�n, aunque peque�a, que ser el �ltimo en otra mayor.


Al cabo de un a�o tiene el mozo las ma�as de su amo.

Denota lo que influye en los inferiores el ejemplo de los superiores.


Al cabo del los a�os mil, vuelven las aguas por do solian ir.

Denota que el trascurso del tiempo vuelve a poner en su uso las costumbres, que mucho �ntes se habian abolido.


Al cabo del a�o m�s come el muerto que el sano.

Significa lo mucho que se suele gastar en sufragios y otras cosas por los difuntos en el primer a�o despues de su muerte.


Cabra coja no quiere siesta.

Da a entender que el que tiene poco talento debe poner m�s aplicaci�n y privarse del descanso posible, para poder llegar a la altura de los m�s aventajados.


La cabra siempre tira al monte.

Regularmente se obra segun el origen natural de cada uno.


Por do salta la cabra, salta la que mama.

Denota que los hijos tienen por lo com�n el genio y costumbres de sus padres. Tambi�n se dice: Cabra por vi�a, cual la madre tal la hija.


Parece que se cae, y se agarra.

Se aplica al que hace su negocio con disimulo.


Nadar sin calabazas.

Se da a entender que alguno tiene bastante industria para manejarse por s� mismo sin necesitar de ayuda ajena.


Como caldo de altramuces (� de zorra), que est� frio y quema.

Se aplica a ciertos dichos y expresiones, que, aunque parecen suaves, encierran sentido picante y ofensivo.


Con un caldero viejo se compra otro nuevo.

Se aplica a los mozos y mozas que se casan con viejos, con el fin de heredarlos.


Calentura de pollo por comer gallina.

Se dice del que finge mayor enfermedad por no trabajar, o porque le regalen.


Calumnia, que algo queda.

(V�ase El golpe de la sarten, aunque no duele tizna).


No tan calvo que se le vean los sesos.

Aconseja el que se eviten los extemos en cualquier circunstancia.


C�llate y callemos, que sendas nos tenemos.

(V�ase Quien tiene tejado de vidrio no tire piedras al de su vecino).


Calle el que di�, y hable el que tom�.

Ense�a que el que ha recibido el beneficio es el que debe publicarlo, y no el que lo hace.


Buen callar se pierde.

Se reprende al que publica los defectos ajenos teni�ndolos propios.


Quien calla otorga.

Ense�a que el que no contradice en ocasi�n conveniente, da a entender que aprueba.


Quien de ajeno se viste en la calle le desnudan.

Se reprende a los que quieren lucir con trabajos ajenos, porque facilmente se descubre el enga�o, y quedan desairados como el grajo de la f�bula.


Todo se sabe, hasta lo de la callejuela.

Explica que con el tiempo todo se descubre, �un lo que est� m�s escondido.


A mala cama, colch�n de vino.

Advierte que cuando se espera pasar mala noche, se procure aliviar este trabajo bebiendo de cuando en cuando algunos tragos de vino.


No hay tal cama como la de la enjalma.

Manifiesta que no hay lecho duro ni inc�modo cuando hay buena disposici�n o gana de dormir.


Camino de Santiago, tanto anda el cojo como el sano.

Se dice de los que se juntan par ir en romer�a, que, como se van esperando unos a otros, todos vienen a llegar a un mismo tiempo, aunque no sean de igual robustez y aguante.


Quien siembra en el camino, cansa los bueyes y pierde el trigo.

Ense�a que trabajan in�tilmente los que no se valen de los medios oportunos para conseguir alguna cosa.


Camino de Roma, ni mula coja ni bolsa floja.

Aconseja no emprender cosas �rduas sin medios proporcionados.


Todos los caminos van a mi casa.

A veces se pueden poner en juego distintos medios para logra el mismo fin.


De un camino dos mandados.

Se dice del que aprovecha la oportunidad de hacer alguna diligencia para practicar al mismo tiempo otra.


Cuando fueres por camino, no digas mal de tu enemigo.

Ense�a la precauci�n con que se debe hablar de otros en los caminos y parajes p�blicos, donde concurren personas desconocidas.


Camisa y toca negra, no sacan al �nima de pena.

Reprende el exceso en los lutos y exterioridades de los duelos, descuidando en lo que importa el alma del difunto.


M�s cerca est� la camisa de la carne que el jubon.

Advierte la preferencia que debe darse a los parientes o personas inmediatas sobre las que no lo son.


Oy� campanas y no sabe d�nde.

(V�ase Oy� el gallo cantar, y no supo en qu� muladar).


Cual es la campana, tal la badajada.

Ense�a que las acciones son m�s o m�nos sonadas segun la calidad de las personas que las ejecutan.


El campo f�rtil, no descansado t�rnase est�ril.

Denota la necesidad de descanso en el trabajo, para continuarle con aprovechamiento.


Cuando no lo dan los campos, no lo han los santos.

Denota que en a�os est�riles no se pueden dar muchas limosnas.


Can que mucho lame, saca sangre.

Ense�a que el demasiado cari�o suele ser da�oso.


El can de buena raza siempre ha mientes del pan e la caza.

Explica que el hombre honrado se acuerda siempre del beneficio que ha recibido.


Quien bien quiere a Beltran, bien quiere a su can.

Da a entender que el que quiere bien a alguno, quiere bien a todas sus cosas.


Si quieres que te siga el can, dale pan.

Da a entender lo mucho que puede el inter�s.


Canas son, que no lunares, cuando comienzan por los aladares.

Se dice contra los que quieren disimular lo que todos ven, procurando desmentir con apariencias y ficciones lo que no se puede negar.


A canas honradas no hay puertas cerradas.

Ense�a el respeto y atenci�n que se debe tener a los ancianos.


Muchas candelillas hacen un cirio pascual.

Explica que muchas veces la repetici�n de cosas leves constituye materia grave, lo mismo en buen que en mal sentido, como ganancias, hurto, etc.


¿Qu� aprovecha candil sin mecha?

Se usa cuando queda in�til una cosa por falta de adherentes necesarios.


Cantar mal y porfiar.

D�cese de los impertinentes y presumidos que molestan repitiendo todo lo que no saben hacer.


Si da el c�ntaro en la piedra, o la piedra en el c�ntaro, mal par el c�ntaro.

Advierte que no conviene tener disputas ni contiendas con el que tiene m�s poder, porque siempre prevalece el fuerte sobre el d�bil, y el poderoso sobre el necesitado.


Tantas veces va el c�ntaro a la fuente, que alguna se quiebra.

Advierte a los incautos que se arriesgan ciegamente en los negocios, o que se exponen a alg�n peligro, que tarde o temprano se les malograr� su intento, y que su inconsideraci�n les causar� alg�n da�o. Se dice tambi�n este refran de los modos siguientes: Cantarillo que muchas veces va al agua, alguna se quiebra. Tantas veces va el c�ntaro a la fuente, que deja el asa o la frente.


Cada uno puede hacer de su capa un sayo.

Denota la libertad con que cada uno puede disponer de sus cosas proprias, sin tener que dar cuenta de ello a nadie.


Debajo de una mala capa hay un buen bebedor.

Suelen encontrarse en un sujeto prendas y circunstancias que no prometen las se�ales exteriores.


Donde perdiste la capa, ah� la cata.

Aconseja que no se debe descaecer en el �nimo cuando hay alguna p�rdida en el caudal u otro negocio, para no proseguir buscando all� la fortuna.


No quiero, no quiero; pero �chamelo en la capilla o en el sombrero.

Contra algunos que se niegan a tomar alguna cosa, pero con tal tibieza o modo, que se conoce que es querer que se les inste para tomarla con m�s urbanidad y disimulo.


Al cap�n que se hace gallo, azotallo.

Advierte que merece castigo el que obra contra lo que debe y es propio de su estado y condici�n.


A quien te da el cap�n, dale la pierna y el al�n.

Advierte que seamos agradecidos a los que nos hacen alg�n bien.


¡Capirote sobre el ojo!.. M�s vale comer grama y abrojo.

(V�ase M�s vale comer grama y abrojo, que traer capirote sobre el ojo.)


Lo que en el capillo se toma, con la mortaja se deja.

Advierte que las costumbres buenas o malas que se toman en la ni�ez, regularmente duran toda la vida.


Cara a cara, vergüenza se cata.

Da a entender que en presencia del sujeto no se dice cara a cara lo que a sus espaldas se habla sin reparo; o que se niega con alguna dificultad lo que se pide cara a cara.


Cara sin dientes, hace a los muertos vivientes.

Denota ir�nicamente que el buen alimento hace recobrar las fuerzas perdidas, y en cierto modo da la vida.


Cara con dos haces.

Se aplica al que en presencia de alguno dice una cosa, y otra a sus espaldas.


Tener cara de vaqueta.

D�cese del hombre que no tiene vergüenza, ni siente que le digan injurias o le cojan en mentira, o en alg�n mal hecho. Apl�case tal vez al descarado y expedito en decir las verdades.


Andar con la cara descubierta.

Da a entender que el que obra bien y conforme a raz�n, puede ir por todas partes sin recelo ni temor de que nadie le ofenda ni vitupere.


Cara de beato y u�as de gato.

S�tira contra los hip�critas.


Qu� buena cara tiene mi padre el d�a que no hurta.

Se dice de los que muestran en el semblante los sentimientos de su �nimo, especialmente contra los que no son la causa de ellos.


Quien no va a Carasa no sabe nada.

Advierte que para saber es necesario el trato y comercio con los hombres.


Caridad bien ordenada nace de uno mismo.

(V�ase Primero son mis dientes que mis parientes).


Carne que crece no puede estar si no mece.

Explica cu�n propio es de los muchachos el jugar y no estarse quietos.


No est� la carne en el garabato por falta de gato.

Se dice comunmente de las mujeres que no dejan de casarse por falta de quien las quiera, sino por alg�n otro motivo.


Quien come la carne, que roa el hueso.

Ense�a que las conveniencias y provechos se han de gozar con sus cargas y penalidades.


Carne sin hueso, no se da sino a don Bueso.

Explica la preferencia con que se suele tratar a los ricos o poderosos.


Carne de pluma, quita del rostro la arruga.

Denota que engordan por lo general los que comen regaladamente. De otro modo: Carne de pluma, siquiera de grua.


Lo que se ha de cantar el carro, canta la carretera.

Se dice del que se anticipa a re�ir o a quejarse teniendo m�nos motivo que otro.


Quien su carro unta, sus bueyes ayuda.

Da a entender que el que trata bien a sus criados, logra le sirvan con m�s amor y diligencia.


Ni firmes carta que no leas, ni bebas agua que no veas.

Aconseja que se ha de procurar la seguridad propia, aunque sea a costa de cualquier diligencia.


Tres cosas echan de su casa al hombre: el humo, la gotera y la mujer vocinglera.

Explica lo inc�modas que son estas tres cosas.


En casa del abad, comer y llevar.

Se pondera la abundancia que suele haber en las casas de los abades y otros eclesi�sticos.


Casa hecha, sepultura abierta.

Se dice porque suelen morir los que hacen casas, apenas empiezan a disfrutarlas.


En casa del tamborilero, todos son danzantes.

Ense�a que los superiores deben ser muy mirados y cuerdos en sus operaciones, porque su ejemplo es la m�s eficaz persuasiva para los s�bditos. El siguiente, cuyo sentido recto es el mismo, se emplea para advertir que conforme a las costumbres del padre de familias suelen ser las de las personas que est�n a su cargo, y es: En casa del gaitero todos son danzantes; o En casa del alboguero todos son albogueros.


Casa en la que vivas, vi�a de la que bebas, y tierras las que veas.

Ense�a la mayor seguridad que dan las tierras sobre los dem�s bienes.


En casa de don Gonzalo, m�s puede la gallina que el gallo.

Refr�n que donota que en algunas partes suele tener m�s dominio la mujer que el marido. Tambien se dice lo mismo en los tres siguientes: En casa del mezquino, m�s manda la mujer que el marido. Este ense�a que cuando el marido es para poco, regularmente le manda la mujer. En casa del ruin la mujer es alguacil; y denota que cuando el marido es flojo y de poco �nimo, la mujer se levanta con el mando, y hace lo que quiere. Triste est� la casa donde la gallina canta, y el gallo calla, y denota que regularmente no est� bien gobernada una casa en que manda la mujer.


En casa del herrero, cuchillo mangorrero.

Denota que donde hay la proporci�n y facilidad de conseguir alguna cosa, suele descubrise o verificarse la falta de ella. Tambi�n se dice: En casa del herrero cuchillo de palo.


Pues la casa se quema, calent�monos todos.

Se dice de los que procuran aprovecharse de los desperdicios propios o ajenos.


Casa con dos puertas, cuando m�s cerradas tenlas por abiertas.

En casa de esta naturaleza es necesario redoblar la vigilancia, porque tambi�n son dobles los elementos de que puede disponer el malvado para asaltarlas. D�cese m�s comunmente: Casa con dos puertas, mala es de guardar.


De buena casa, buena brasa.

Denota que de las casas o personas ricas, a�n los desperdicios son buenos.


En casa del oficial asoma el hambre, m�s no osa entrar.

Ense�a que al que sabe un oficio o arte, y se aplica a su ejercicio, con dificultad le faltar� lo necesario para su mantenimiento.


Qu�mese la casa, y no salga humo.

Reprende a los poco cautelosos en el modo de obrar, y ense�a que las culpas de los dom�sticos se han de corregir con silencio y sin esc�ndalo.


En casa llena, presto se guisa la cena.

Se denota que donde hay abundancia de medios, se sale con facilidad de cualquier empe�o.


La casa quemada, acudir con agua.

Moteja a los que dan el socorro fuera de tiempo.


Toma casa con hogar, y mujer que sepa hilar.

Se advierte que en los matrimonios, adem�s de las conveniencias, se ha de buscar mujer virtuosa y trabajadora.


Cada uno en su casa y Dios en la de todos.

Refr�n que da a entender cuanto conviene que las familias vivan separadas, para evitar disensiones.


A quien Dios quiere, la casa le sabe.

Al que es afortunado se le vienen las conveniencias a la mano, sin que se fatigue en solicitarlas.


A tuerto o a derecho, nuestra casa hasta el techo.

Denota que el ambicioso usa odos los medios que se le ofrecen, sean buenos o malos, para satisfacer su ambici�n.


En casa pobre suele batirse el cobre; y en la opulenta, sobra la vanidad y falta la renta.

A veces suele ser asunto m�s facil el cobrar de un deudor pobre que de uno rico.


Unos por otros, y la casa por barrer.

No hay peor cosa que encargar el desempe�o de un negocio a muchos en general y a la vez sin determinar sujeto, porque confiando este en que lo har� aquel, resulta que ninguno llega a realizarlo.


Esto de mi casamiento es cosa de cuento, cuanto m�s se trata, m�s se desbarata.

La prolijidad y excesiva precauci�n en los negocios suele desbaratarlos.


Cuando fueres a casa ajena, llama de afuera.

Reprende la mala crianza de aquellos que se entran en el interior de la casa o habitaci�n sin llamar antes.


De fuera vendr� quien de casa nos echar�.

Reprende al que se mete a mandar en casa ajena.


En cada casa cuecen habas, y en la nuestra a calderadas.

Denota que en todas partes se hallan trabajos, y que cada uno tiene los suyos por mayores.


En casa de mujer rica, ella manda, y ella grita.

Explica la soberbia que comunican los haberes, y a las mujeres especialmente.


En casa de tia, m�s no cada d�a.

Advierte que no se debe abusar del favor o confianza de otro, aunque sea pariente o amigo.


En casa del ahorcado no hay que mentar la soga.

Advierte que no se deben referir delante de alguna persona aquellas cosas o especies que por alg�n motivo le pueden ser de alg�n sentimiento o disgusto.


En casa del bueno, el ruin cabe el fuego.

Da a entender que el que es bueno da el mejor lugar en su casa a�n al m�s infeliz.


Antes que te cases, mira lo que haces.

Advierte que se premediten los asuntos graves antes de meterse en ellos.


Casar�s, y amansar�s.

Se denota los cuidados que ofrece el matrimonio.


A mal decir no hay casa fuerte.

Ense�a que cuando la fortuna se declara contra alguno, de nada sirven el poder ni las reiquezas para resistirla.


Mientras en mi casa estoy, rey me soy.

Se dice del que, estando contento con su suerte, no solicita favores ajenos.


Quien lejos va a casar, o va enga�ado o va a enga�ar.

Advierte cuanto conviene que se conozcan y traten las personas que se han de casar, para el acierto de los matrimonios.


a�n no ha salido del cascar�n y ya tiene presunci�n.

Contra los mozos que, teniendo poca experiencia de las cosas, quieren parecer hombres.


De casta le viene al galgo el ser rabilargo.

Da a entender que los hijos suelen imitar las costumbres de los padres.


Quien a uno castiga, a ciento hostiga.

Advierte lo provechoso que es el castigo de los delitos para el escarmiento.


Ya que no seas casto, s� cauto.

Previene que ya que se cometa alg�n pecado, se procure evitar la publicidad por no servir a otros de piedra de esc�ndalo.


Hacer castillos en el aire.

Se dice de los que sin fundamento alguno se llevan de vanas esperanzas.


Castillo apercibido no es decebido.

Recomienda la vigilancia y precauci�n para no ser enga�ado o sorprendido.


Uno levanta la caza y otro la mata.

Advierte que los afortunados, por casualidad y sin trabajo, consiguen el fruto de los desvelos y fatigas de otros.


A puerta de cazador, nunca gran muladar.

Da a entender que el labrador que se entrega al ejercicio de la caza, nunca cuidar� bien su labranza, ni aumentar� su hacienda.


Si cazares, no te alabes; si no cazares, no te enfades.

Aconseja la serenidad de �nimo con que se deben tomar los sucesos pr�speros o adversos.


Por ce o por be, se sali� con la suya.

Quiere decir, que sali� con su intento de un modo o de otro.


Por San Cebrian siembra el albard�n.

Advierte que los necios jam�s hacen las cosas en tiempo oportuno.


Cedacito nuevo, tres dias en estaca.

Advierte que se parecian y cuidan muchas cosas m�s por su novedad que por su verdadero color. Tambi�n denota lo poco que suele durar el fervor con que algunas personas empiezan � servir sus nuevos destinos.


A celada de bellacos, mejor es el hombre por los pi�s que por las manos.

Ense�a ser ventajoso huir de pleitos y contiendas.


M�s mat� la cena que san� Avicena.

Avierte que el cenar mucho es perjudicial a la salud. Tambi�n se dice: M�s vale un no cena que cien Avicenas, y previene que es m�s importante para la salud una prudente dieta que los auxilios de la medicina.


Ce�o y ense�o, del mal hijo hacen bueno.

Advierte que para la crianza de un hijo travieso es necesaria la instruccion y la severidad.


Afeita un cepo, parecer� mancebo.

Denota cuanto ayuda la compostura y adorno para parecer bien.


No hay cerradura donde es de oro la ganz�a.

Advierte lo mucho que puede el inter�s.


Como por los cerros de Ubeda.

Da a entender que lo que se responde o dice no viene al asunto de que se trata.


Al�bate cesto, que venderte quiero.

Denota que el que desea conseguir alguna cosa, no ha de contentarse con el favor o proteccion de otro, sino que debe ayudarse con su propia diligencia.


Quien hace un cesto har� ciento.

Advierte que el que hace una cosa puede hacer otras muchas de la misma calidad o especie. Comunmente se dice del que comete alguna maldad.


Muy ciego es el que no ve por tela de cedazo.

Expresi�n familiar con que se significa la poca perspicacia de quien no percibe las cosas que son claras o f�ciles de adivinar.


So�aba el ciego que ve�a, y so�aba lo que quer�a.

Denota la facilidad con que algunos se lisonjean de conseguir lo que quieren.


En tierra de ciegos, el tuerto es rey.

Denota que con poco que se sepa, basta para sobresalir entre ignorantes.


Aunque se suba al cielo.

Expresi�n hiperb�lica con que se asegura el vengarse de alguno, aunque tome los medios m�s exquisitos de ocultarse o ponerse en salvo.


Vaya V. al cielo.

Expresi�n con que alguno desprecia lo que otro dice. Algunos dicen: Vaya V. al rollo, a pasear.


Quien al cielo escupe, en la cara le cae.

Los imp�os experimentan tarde o temprano el rigor de la justicia divina en castigo de su rebeli�n.


No hay mejor cirujano que el que est� bien acuchillado.

Ense�a cuanto importa la experiencia para proceder con acierto.


La c�tola es por de m�s cuando el molinero es sordo.

Significa ser precisa la capacidad y disposici�n en una cosa para que los medios que se quieren aplicar no salgan vanos. Se dijo de la c�tola, porque es una tablita de madera que est� pendiente de una cuerda sobre la piedra de molino harinero para que la tolva vaya despidiendo la cibera, y a fin de conocer que se para el molino cuando deja de golpear.


Clavar� un clavo con la cabeza.

D�cese del que es muy testarudo o tenaz en su dict�men.


Un clavo saca a otro.

A veces un mal o cuidado hace olvidar o no sentir otro que antes molestaba.


Dar una en el clavo y ciento en la herradura.

Satiriza a los que hablan mucho, y lo m�s de ello fuera de prop�sito.


Por un clavo se pierde una herradura.

Advierte que el descuido sobre algunas cosas, al parecer de poco momento, suele acarrear p�rdidas y da�os muy graves.


Cobre gana cobre, que no huesos del hombre.

Ense�a que para aumentar el caudal sirve m�s tener dinero con que comerciar y tratar, que el trabajo personal.


Pasar cochura por hermosura.

Advierte que no se pueden lograr algunos gustos sin pasar por mortificaciones.


Cochino fiado, buen invierno y mal verano.

Denota los inconvenientes que tiene el comprar fiado, por la dificultad que suele haber al tiempo de la paga.


Beber de codo, y cabalgar de poyo.

Aconseja que todas las cosas se hagan con la posible comodidad.


La codicia rompe el saco.

Reprende la demasiada ansia con que se solicitan algunas cosas.


Por codicia de flor�n no te cases con ruin.

Aconseja que nadie se deje llevar de s�lo el inter�s para casarse.


Quien por codicia vino a ser rico, corre m�s peligro.

Explica que lo mal ganado dura poco, y se deshace f�cilmente.


Ni fia, ni porf�a, ni entres en cofrad�a.

Denota cuan expuesto es a disgusto fiar, porfiar, o ser individuo de cofrad�as.


C�gelas a tiento, y m�talas callando.

Apodo que se aplica al que con ma�a, sagacidad y reserva se propone hacer su negocio.


Ni hagas cohecho, ni pierdas derecho.

Advierte que no debe uno tomar lo que no le toca, ni perder lo que le pertenece.


Quien hizo el cohombro que le lleve al hombro.

Denota que el que ha hecho alguna cosa de que proviene alg�n grav�men, debe sufrir sus resultas.


Entre col y col lechuga.

Advierte que para que no fastidien algunas cosas, se necesita variarlas.


Alabaos coles, que hay nabos en la olla.

Nota a los que estiman tanto ser preferidos, que pretenden serlo a�n en comparaci�n de otros m�s ruines.


Menea la cola el can, no por ti sino por el pan.

Ense�a que generalmente los halagos y obsequios m�s se hacen por inter�s que por amor.


Col�rico sanguino, borracho fino.

Nota que los de este temperamento est�n expuestos a perder la raz�n, como los que beben mucho vino.


Coles y nabos para en una son entrambos.

Se dice de aquellos que contraen amistad por la conformidad de sus malas inclinaciones.


Ir�se lo amado, y quedar� lo colorado.

Da a entender que, pasado el deleite que causa alguna pasi�n desordenada, queda s�lo el descr�dito, el deshonor o la verg�enza.


Mi comadre la andadora, si no es en su casa, en todas las otras mora.

Reprende a las mujeres callejeras que no paran en sus casas.


Mi comadre la gargantona convid�me a su olla, y comi�sela toda.

Reprende y nota a los que ofrecen mucho, y dan poco o nada, o a los que se precian de liberales para con otros, y cuidan de s� solos.


M�s va en la comadre que en la que lo pare.

se usa para decir que no se sabe en que consiste el que uno sea premiado o atendido y otro no, cuando las circunstancias son iguales. Algunos dicen: ello va en la comadre.


Mal me quieren mis comadres, porque les digo las verdades.

Denota lo mal que suelen llevarse las correcciones.


Ri�en las comadres, y d�cense las verdades.

Significa que muchas veces en el calor de la ri�a se suelen descubrir las faltas ocultas.


El comer y el rascar, todo es empezar.

Se usa para animar a alguno a que empiece a hacer alguna cosa a que tiene repugnancia. Tambi�n se emplea como equivalente de: Principio quieren las cosas.


Comer y callar.

Expresi�n de que se usa para dar a entender que el que est� a expensas de otro, le conviene obedecer y no replicar.


Sin comerlo ni beberlo.

Padecer alg�n da�o, sin haber tenido parte en la causa o motivo de �l.


Lo que no has de comer, d�jalo cocer.

Advierte que no debe uno entremeterse en lo que no le toca.


Comida hecha, compa��a deshecha.

Reprende a los que se apartan del amigo que disfrutaron, cuando no le necesitan.


Comida y cama y capote, que sustente y abrigue al ni�o, y no le sobre.

Ense�a la sobriedad y moderaci�n con que se debe criar a los ni�os.


H�rtate, comil�n, con pasa y media.

Zahiere al que da con escasez y miseria, jact�ndose al mismo tiempo de dar mucho.


Comienza y no acaba.

Denota que un se detiene o alarga demasiado en alg�n discurso, o que por mucho que se dilate, siempre le queda algo por decir.


Compra lo que no has menester, y vender�s lo que no podr�s excusar.

Se amonesta al que por gastar con superfluidad en lo que no necesita, se ve precisado a deshacerse de lo que le hace notable falta.


La compa��a para honor, antes con tu igual que con tu mayor.

Los casamientos, para que sean acertados, deben verificarse entre personas de la misma clase. Tambi�n se dice este refr�n de los modos siguientes: La mujer con igual o menor, si quieres ser se�or. Si quieres bien casar, casa con tu igual.


Aclar�dselo, compadre, que teneis la boca a mano.

Se dice contra los que son molestos y pesados en la conversaci�n, y fingen o afectan no haber entendido lo que se est� diciendo, y todo se les va en hacer preguntas sin necesidad.


Achicad, compadre, y llevareis la galga.

Se usa cuando se oye una exageraci�n desmesurada, y es como si se dijera: Exagerad menos, y se os creer�.


Muchos componedores descomponen la novia.

En las cosas de ingenio y gusto no conviene que intervengan muchos.


Quien sirve al com�n, sirve a ning�n.

Manifiesta que los servicios hechos a corporaciones o pueblos son regularmente poco agradecidos.


Dentro de la concha est� la perla, aunque no puedas verla.

Es preciso trabajar para sacar la utilidad o fruto que en s� encierra alguna cosa.


Tener muchas conchas.

Da a entender que una persona es muy reservada, disimulada y astuta. Tambi�n se dice: Tener m�s cochas que un gal�pago.


Conde y condadura, y cebada para la mula.

(V�ase Abad de Zarzuela, com�steis la olla, ped�s la cazuela).


A confesi�n de parte, relevaci�n de prueba.

Cuando el interesado reconoce y declara franca y terminantemente aquello que se le atribuye o de que se le acusa, no es necesario para demostrarlo apelar al testimonio ajeno.


El conejo ido, el conejo venido.

Reprende el descuido de los que acuden al remedio de las cosas despu�s de pasada la ocasi�n.


Quien no te conoce, que te compre.

Denota haberse conocido el enga�o o malicia de alg�n sujeto.


Antes que conozcas, ni alabes ni cohondas.

Advierte que antes de tratar y conocer alguna persona o cosa, es imprudencia alabarla o vituperarla.


Dar el consejo y el vencejo.

Previene que no se ha de contribuir s�lo con el consejo al remedio del pr�jimo, sino tambi�n con el socorro de los medios posibles.


Trasqu�lenme en concejo, y no lo sepan en mi casa.

Se dice de los que est�n infamados en toda la rep�blica, y quieren encubrirlo en su casa y parentela.


Aunque seas muy sabio y viejo, no desde�es consejo.

Por m�s experimentado que uno sea, siempre le puede convenir tomar consejo.


Poco a poco hila la vieja el copo.

Ense�a lo mucho que se adelanta con la perseverancia en el trabajo.


Hu�lgome un poco, m�s hilo mi copo.

Da a entender que se debe aliviar el trabajo buscando el descanso a su tiempo.


El que te canta la copla, �ste te la sopla.

Denota que se suele atribuir la injuria al que la dice, aunque sea en nombre otro.


Si el coraz�n fuera de acero, no le venciera el dinero.

Da a entender la dificultad que hay en resistir las tentaciones de la codicia.


Tal hora el coraz�n brama, aunque la lengua calla.

(V�ase A mal juego, buena cara).


Buen coraz�n quebranta mala ventura.

Exhorta a no descaecer en los infortunios, porque con el �nimo se hacen m�s tolerables, y a�n suele enmendarse o evitarse la desgracia.


Tan presto va el cordero como el carnero.

No hay que fiarse en la mocedad, porque tan presto muere el j�ven como el viejo.


Corderilla mega, mama a su madre y a la ajena.

Ense�a que con apacibilidad y agrado se vencen las dificultades, y se logra lo que se desea. Cuando se quiere dar a entender que los que son de condici�n apacible, se hacen lugar en todas partes; y al contrario, que los que son de genio �spero y fuerte, a�n de los suyos son aborrecidos, se dice: El cordero manso mama a su madre y a cualquiera; el bravo, ni a la suya ni a la ajena.


Cornada de ansar�n, u�arada de le�n.

Se aplica a los escribanos, para denotar cuan perjudicial es cualquier yerro o falta de legalidad en su oficio.


Tras cornudo apaleado, y m�ndenle bailar.

Reprende la injusticia de los que pretenden que quien recibe un mal tratamiento quede sin disgusto.


El juego de la correg�ela, c�tale dentro y c�tale fuera.

Se dice por los que son inconstantes y mudables.


Corrida de caballo y parada de borrico.

Se dice del que empieza alguna cosa con garbo, y luego la echa a perder.


Bailo bien, y ech�isme del corro.

Advierte que por lo regular los que deben ser m�s atendidos, son despreciados del vulgo.


De corsario a corsario no se pierde sino los barriles.

Los de una misma clase no se suelen hacer da�o unos a otros.


Cada cosa en su tiempo, y los nabos en adviento.

Ense�a que fuera de su lugar y tiempo pierden mucho las cosas.


De costal vac�o, nunca buen bodigo.

Del pobre nunca se debe esperar d�diva grande.


Cosa mala nunca muere.

Se da a entender el sentimiento que se siente de ver perecer las cosas buenas, y permanecer las malas.


Cosas tenedes, el Cid, que far�n fablar las piedras.

Hay cosas de suyo tan graves y alarmantes, que no puede uno permanecer insensible y callado al oirlas, por m�s sufrido y tolerante que se pueda ser.


Costumbres de mal maestro sacan hijo siniestro.

Advierte los da�os que se siguen de dar un padre mal maestro a sus hijos.


Costumbres y dineros, hacen los hijos caballeros.

Da a entender que los buenos procederes y modales, juntos con las riquezas, adquieren la atenci�n y aprecio de la gente.


A la mala costumbre cortale las piernas.

El haberse erigido en pr�ctica com�n y usual una acci�n viciosa, no es motivo suficiente a seguir ejecut�ndola, pues nunca hay raz�n que legitime el obrar mal.


La coz de la yegua no hace mal al potro.

Significa que las reprensiones o castigos de quien los da por amor, no hacen mal, sino bien.


Quien no cree en buena madre, creer� en mala madrastra.

Da a entender que los que no hacen caso de las advertencias amistosas de los que los estiman, al fin abren los ojos cuando experimentan el castigo.


La crencha al ojo, marido ti�oso.

Da a entender que cuando es el marido descuidado o miserable, suele andar la mujer desali�ada y descompuesta.


Cria cuervos, y te sacaran los ojos.

Explica que los beneficios hechos a los ingratos les sirven de armas para pagar con mal el bien.


El vestido del criado dice quien es su se�or.

Denota que el porte de los criados suele manifestar las calidades del amo.


El criar arruga, y el parir alucia.

Denota que la mujer que cria suele desmejorarse, y la que pare se pone de mejor semblante.


La tierra do me criare, d�mela Dios por madre.

Da a entender que cada uno se halla contento en la tierra donde se ha criado.


La vi�a y el potro cr�ela otro.

Denota que todos los principios suelen ser costosos y dif�ciles.


Criatura de un a�o, saca la leche del calca�o.

Se aplica a los ni�os robustos que maman mucho y con fuerza.


La cruz en los pechos, y el diablo en los hechos.

Reprende a los hip�critas que, con la capa o apariencia de virtud, intentan encubrir sus vicios. Tambi�n se dice: Detr�s de la cruz est� el diablo.


Cada cuba huele al vino que tiene.

Explica que por las acciones exteriores se suelen conocer las calidades internas de las personas.


Quien te cubre te descubre.

Explica que los mismos atav�os y riquezas que tiene el que no los merece, son causa de que se averig�e su indignidad.


Por vos cant� el cuclillo.

Se aplica al tercero que se aprovecha de la ri�a de otros dos.


Sanan cuchilladas, m�s no malas palabras.

Ense�a que es menor mal el herir, que el desacreditar o afrentar a alguno, porque �ste es irreparable, y aqu�l puede tener cura.


El mal pajarillo la lengua tiene por cuchillo.

Expresa que el maldiciente se da�a a s� mismo.


Escarb� el gallo y descubri� el cuchillo.

Manifiesta que los que andan averiguando lo que no les conviene suelen descubrir lo que no quisieran.


Despues de vendimias, cu�vanos.

Denota que alguna cosa se ha hecho despu�s de pasada la ocasi�n en que se necesitaba.


So vaina de oro, cuchillo de plomo.

Advierte que muchas veces las mejores apariencias enga�an.


Quien cuece y amasa, de todo pasa.

En todos los cargos y oficios se padecen ciertas incomodidades inevitables.


Cuenta y raz�n sustentan amistad.

Ense�a que a�n entre los mayores amigos debe haber formalidad en las cuentas.


A cuentas viejas, barajas nuevas.

Cuando las cuentas y negocios est�n muy embrollados, es preciso tomar un nuevo partido.


Haya buena cuenta y blanca no parezca.

Se deben siempre llevar con mucha formalidad las cuentas, aunque no se trate de pagar por entonces.


Carrera que no da el caballo, en el cuerpo se le queda.

Exhorta a ser omiso en una diversi�n, trabajo, gasto, etc., en el supuesto de que la acci�n omitida redunda en beneficio del interesado, qued�ndole por otra pare la proporci�n de ejecutarla cuando m�s convenga.


De cuero ajeno correas largas.

(V�ase Del pan de mi compadre, gran zatico a mi ahijado).


Cual el cuervo, tal su huevo.

Denota que de ordinario los hijos suelen ser como sus padres.


Lo mismo es a cuestas que al hombro.

Da a entender que como se haga la cosa, importa poco que sea de un modo o de otro.


Tu que no puedes, ll�vame a cuestas.

(V�ase A la borrica arrodillada doblarle la carga).


Cuida bien lo que haces, no te fies de rapaces.

Ense�a que no conviene fiarse en negocios de importancia de gentes sin experiencia.


Cuidados ajenos matan al asno.

Es achaque propio de necios tomar cuidado en lo que no les importa.


Culpa no tiene quien hace lo que debe.

Ense�a que el que cumple con su obligaci�n, no es responsable de las resultas.


La culpa del asno echarla a la albarda.

Se aplica a las personas que, por no confesar su ignorancia, y disculpar sus yerros y defectos, los atribuye a otros que no han tenido parte alguna en ellos.


Quien mucho se abaja, el culo ense�a.

Advierte que la sumisi�n y la humildad no ha de degenerar en bajeza.


Entre amigos y soldados, cumplimientos son excusados.

Ense�a que entre los que se tratan con amistad y llaneza, no se debe reparar mucho en ceremonias.


Lo que se aprende en la cuna, siempre dura.

Expresa que las cosas que se aprenden, y las costumbres que se adquieren en la primera edad, con dificultad se olvidan o se dejan.


Anta�o muri� el mulo, y hoga�o le hiede el culo.

Nota a los que renuevan quejas de agravios antiguos.


Quien no castiga culito, no castiga culazo.

Ense�a que los padres que no cuidan de corregir los defectos de sus hijos desde peque�os, tampoco cuando grandes enmiendan sus faltas graves.


No hay peor cu�a que la del mismo palo.

Expresa que de ordinario ninguno es peor para enemigo, que el que ha sido amigo, compa�ero, etc., o del mismo oficio o familia.


Donde no valen cu�as, aprovechan u�as.

Se nota que las cosas que no se pueden conseguir con la furza, se logran con la ma�a o industria.


No se acuerda el cura de cuando fue sacristan.

Reprende al que, habiendo sido elevado a alg�n empleo, no hace caso de los de su esfera antigua, o castiga y reprende con rigor los defectos que �l cometi� entonces y ahora debia disimular.


M�s cura la dieta que la lanceta.

Significa que el buen r�gimen contribuye m�s que las medicinas a conservar y restablecer la salud.


El tiempo cura al enfermo, que no el ung�ento.

Da a entender que el tiempo es la m�s eficaz medicina para los males, as� de cuerpo como de esp�ritu.


El viejo que se cura, cien a�os dura.

Advierte cuanto conduce el buen r�gimen para alargar la vida, a�n en la edad avanzada.


A perro viejo, nunca cuz cuz.

Denota que no es f�cil enga�ar al que est� pr�ctico o experimentado en el asuto de que se trata.


Quien da, bien vende, si no es ruin el que prende.

El que sabe usar de liberalidad, granjea con lo que da, si la d�diva no va a parar a manos mezquinas.


Quien da luego, da dos veces.

Alaba la prontitud del que da lo que se le pide, o sin necesidad de ped�rselo se anticipa a darlo. A veces se suele emplear como equivalente de: El que primero llega, ese la calza.


D�divas quebrantan pe�as.

Se da a entender que con los dones o presentes se suelen vencer las mayores dificultades.


Da y ten, y har�s bien.

Manifiesta cuanto se necesita de la prudencia para que el liberal no toque en el vicio de pr�digo. Tambi�n se dice: El dar y el tener, seso ha menester.


Donde las dan, las toman.

Ense�a que al que hace alg�n da�o o habla mal, se le suele pagar en la misma moneda.


De tal mano tal dado.

Da a entender que el liberal y generoso nunca da con escasez, y al contrario el mezquino. Tambi�n se dice del que da que sentir a otro maliciosamente.


Lo mejor de los dados es no jugarlos.

Ense�a que lo m�s prudente es evitar las ocasiones y los riesgos.


Las damas al desden parecen bien.

Ense�a que en las mujeres a quienes dot� la naturaleza de gentileza y hermosura, es ociosa la demasiada compostura en los adornos; y tambi�n advierte que las verdaderas gracias de la hermosura son las naturales, y que para realizarlas se ha de encubrir el arte � imitar la naturaleza.


Poco da�o espanta, y mucho amansa.

Cuando son ligeros los contratiempos, no hacen m�s que causar alguna perturbaci�n; pero cuando son grandes, ense�an y corrigen.


Ese tira dardo que se precia del arado.

Denota que el buen labrador, como acostumbrado al trabajo, sale por lo com�n buen soldado.


Aunque el decidor sea loco, el escuchador sea cuerdo.

Advierte la prudencia que conviene usar cuando se escuchan palabras picantes y provocativas.


S�came de aqu�, y deg�ellame all�.

Da entender que muchas veces por librarse del mal que se padece se desea otro mayor.


Espant�se la muerta de la degollada.

Reprende al que nota los defectos de otros teni�ndolos �l mayores, y tal vez de la misma especie.


Quien a los treinta no asesa, no comprar� dehesa.

Advierte que el que no tiene juicio cumplidos los treinta a�os, con dificultad le tendr� despu�s para adelantar sus intereses o conveniencias.


Al delicado, poco mal y bien atado.

Da a entender que el que est� acostumbrado a felicidades, se abate con cualquiera contratiempo, como al que se ha criado siempre sano le hace m�s impresi�n la m�s ligera enfermedad.


M�s vale gordo al telar que delgado al muladar.

Ense�a que no se deben apurar tanto las cosas y quererlas tan exquisitas que se pierda todo.


Bueno es dello con dello, toma el macho y ve por ello.

No se debe despreciar lo que alguno ofrece, aunque sea poco y con alguna incomodidad.


De buenos y de mejores, a mi hija vengan demandadores.

Explica el deseo que tienen los padres de que muchos pretendan a sus hijas para tener donde escoger antes de casarlas.


Uno come la fruta aceda, y otro tiene la dentera.

Algunos suelen sufrir la pena de la culpa que otros cometen.


Antes de la hora gran denuedo, venidos al punto mucho miedo.

Reprende a los baladrones y a los que ofrecen hacer muchas cosas cuando no hay riesgo alguno ni est�n en ocasi�n de hacerlas, que por lo com�n no ejecutan nada de lo que prometen, y en llegando la ocasi�n se acobardan y amilanan.


Derecho apurado, tuerto ha tornado.

Condena el rigor de la severidad, y ense�a que la justicia se debe templar con la prudencia para que no decline en crueldad.


Con un poco de tuerto llega el hombre a su derecho.

Denota que para conseguir lo que se nos debe de justicia, conviene alguna vez sufrir alguna vejaci�n, y ceder algo de su derecho.


Esa es la derecha, y la torcida la del cand�l.

Moteja a los que hacen alg�n disparate, o toman una cosa por lo contrario de lo que es. Tambi�n se dice: Esa es la derecha y d�bale con la zurda.


Cada uno alega en derecho de su dedo.

Denota la inclinaci�n que todos tenemos a defender lo que nos pertenece o acomoda.


Lo que hace el loco a la derrer�a, hace el sabio a la primer�a.

El necio, despu�s de muchos desenga�os, y a m�s no poder, tiene que practicar aquello mismo que el prudente y considerado ejecuta con previsi�n desde luego.


Un solo golpe no derriba a un roble.

Para el buen �xito de cualquiera solicitud, no siempre basta una sola instancia o ruego.


De desagradecidos est� el infierno lleno.

Se denota que la ingratitud es el m�s aborrecible, y el m�s com�n de todos los vicios.


Escoba desatada, persona desalmada.

Advierte la suma dificultad que cuesta coordinar lo desordenado.


Al descalabrado nunca le falta un trapo, que roto que sano.

No hay necesidad o trabajo que no tenga alg�n remedio o alivio.


Hijo descalostrado, medio criado.

Se da a entender el riesgo de morir que tienen los ni�os en los primeros d�as de su infancia, en que maman la primera leche o calostro.


Descansar, y tornar a beber.

Con esto se nota al que, con porf�a y tenacidad, sostiene una opini�n, y aunque alguna vez cese o calle, vuelve a la porf�a. Tambi�n se dice: ¿Qu� hemos de hacer? Descansar, y tornar a beber y significa la firme resoluci�n de proseguir lo que se emprende y no desistir del empe�o; suceda lo que sucediere.


Lo que ti�e la mora, otra verde lo descolora.

Ense�a que se suele hallar el remedio o consuelo de los da�os o males en lo mismo que los causa u ocasiona, si se sabe hacer buen uso de ello. D�cese tambi�n: La mancha de la mora con otra verde se quita.


Al desdichado, poco le vale ser esforzado.

Demuestra que ni el valor, ni el m�rito, ni la prudencia humana bastan para contrastar la fortuna contraria.


Desdichas y caminos hacen amigos.

Denota que el correr la misma suerte en las adversidades, produce la amistad, as� como el caminar juntos.


Lo que uno desecha, otro lo ruega.

Ense�a que lo que para unos es in�til y despreciable, para otros deja de serlo.


El mucho desorden trae mucho orden.

Denota que los gastos superfluos y la prodigalidad obligan despu�s a vivir con estrechez.


Quien desparte lleva la peor parte.

Advierte a los mediadores la prudencia con que deben proceder.


Cuando fueres por despoblado, no fagas desaguisado, porque cuando fueres por poblado ir�s a lo vezado.

Ense�a que ni a�n en lo oculto se deben hacer acciones malas, porque la costumbre suele arrastrar a ejecutarlas en p�blico o con descaro.


Desposado de hoga�o, caro vale el pa�o.

Se dice de los recien casados, por los muchos gastos de boda.


Quien destaja no baraja.

Advierte que para evitar quimeras y pleitos, conviene prevenir todos los lances al principio de alg�n negocio.


No d� Dios a nuestros amigos tanto bien que nos desconozcan.

Denota cuanto mudan a los hombres las prosperidades y la fortuna, hasta el punto de que no conozcan a sus antiguos amigos.


No hay mayor mal que el descontento de cada cual.

El disgusto con que se reciben los males e infortunios, es un nuevo motivo para aumentarlos.


Nunca falta un roto para un descosido.

Da a entender que por infeliz y miserable que sea una persona, no falta quien la aprecie.


Vienes a deseo, huelesme a poleo.

Explica el gusto o deseo con que se recibe a alguno que ha tardado y se deseaba, y aconseja que no se familiarice uno mucho, para hacerse m�s estimable.


Desnudo nac�, desnudo me hallo, ni pierdo ni gano.

Se dice por el que no tiene ambiciones y se conforma f�cilmente aunque pierda o deje de adquirir algunos bienes.


Destron el consejo, la lengua el ciego.

Ense�a que el juicio y prudencia debe consultar y pesar bien las palabras antes que las pronuncie la lengua, para no tener que arrepentirse de haberlas proferido.


Quien fia o promete, en deuda se mete.

Explica la fuerza que tiene la promesa de alguna cosa, pues por ella queda obligado el que la hace a cumplir lo que prometi�.


El deudor no muera, que la deuda en pie se queda.

Da a entender la esperanza que queda de cobrar mientras vive el deudor.


D�a de bodorrio, p�nte el completorio.

Aconseja se anticipen en d�as ocupados las obligaciones indispensables para no faltar a ellas.


El d�a que te casas, o te curas, o te sanas.

Aconseja la prudencia, especulaci�n o consejo de que se debe usar para tomar estado.


Al buen d�a abrele la puerta, y para el malo te apareja.

Aconseja se aprovechen las ocasiones favorables, y se prepare el �nimo para las adversidades que puedan sobrevenir.


En buen d�a, buenas obras.

D�cese ir�nicamente de los que, en d�as se�alados y notables, se emplean en hacer cosas malas.


Hoy es d�a de echad aqu�, t�a.

Denota hay ocasiones en que se debe gastar con esplendidez.


M�s d�as hay que longanizas.

Reprende a los que se apresuran demasiado en los negocios que dan tiempo. Se emplea tambi�n como expresi�n familiar, para denotar que no urge el decir o hacer alguna cosa.


A tres d�as buenos, cabo de mal extremo.

Demuestra lo poco estables y duraderas que son las felicidades de este mundo.


Nos por lo ajeno, y el diablo por lo nuestro.

Ense�a que lo que se adquiere por malos medios, no s�lo no se logra, sino que regularmente es causa de que se pierda a�n lo que se posee con alg�n derecho.


Todos los d�as olla, amarga el caldo.

Da a entender que, por buena que sea una cosa, se hace fastidiosa cuando es muy repetida. Este refr�n se dice tambi�n del modo siguiente: Cada d�a gallina, amarga la cocina.


Yendo d�as, y viniendo d�as.

Locuci�n familiar con que se da a entender que ha pasado alg�n tiempo indeterminado de un suceso a otro. Usase m�s comunmente en los cuentos y novelas.


De padre santo, hijo diablo.

Da a entender que no siempre aprovecha la buena crianza en los hijos si �stos son de mal natural.


El hombre es fuego, la mujer estopa, llega el diablo y sopla.

Ense�a el riesgo que hay en el trato frecuente y familiar de hombres y mujeres, atendida a la fragilidad humana.


Tanto quiso el diablo a sus hijos, que les sac� los ojos.

Reprende a los que indiscretamente dan gusto a sus hijos en perjuicio de su buena educaci�n.


Diablos son bolos.

Denota la poca seguridad que se debe tener en las cosas contingentes.


Hay un diablo que se parece a otro.

Locuci�n muy usada por via de comparaci�n, cuando se quiere excusar a alg�n determinado sujeto de que no ha hecho alguna cosa, diciendo: No ser� esa persona, porque hay muchos DIABLOS que se parecen unos a otros.


Lo bien ganado se lo lleva el diablo, y lo malo a ello y a su amo.

Advierte la facilidad con que se suelen disipar los caudales, especialmente los mal adquiridos.


R�ese el diablo, cuando el hambriento da al harto.

Reprende al que invierte el orden de las cosas, aunque sea con pretextos honestos.


Cuando el diablo reza, enga�arte quiere.

Censura a los hip�critas, y generalmente a todos los que, con buenas apariencias, encubren mala alma o da�ada intenci�n.


Quien dice lo que quire, oye lo que no quiere.

Reprende la libertad en el hablar sin reflexi�n y prudencia, y ense�a que las palabras han de ser medidas y pesadas con madurez, para que no originen respuesta que sea sensible o injuriosa al que la motiva.


Otra al dicho, Juan de Coca.

Expresi�n familiar con que se nota la importante repetici�n de alguna cosa.


Del dicho al hecho hay gran trecho.

Previene la distancia que hay entre lo que se dice y lo que se ejecuta, y ense�a que no debe confiarse enteramente en las promesas, pues suele ser mucho menos lo que se cumple que lo que se ofrece.


Hay diferencia en lo vano, darle de codo, o darle de la mano.

Explica la diferencia que hay entre el cari�o y el desprecio.


Dar diente con diente.

Frase con que se denota el demasiado frio que padece alguno, o el excesivo miedo con que se halla.


Valiente por el diente.

Expresi�n con que se zahiere al que se jacta de valentias, d�ndole a entender que s�lo para comer es bueno.


A pan duro, diente agudo.

Aconseja la actividad y diligencia que se debe poner para superar las cosas arduas y dificultosas.


Primero son mis dientes que mis parientes.

Explica que cada uno debe primero mirar por s� que no por los otros, por muy allegados que sean.


Cuando pienses meter el diente en seguro, topar�s en duro.

Explica el desenga�o del que, cuando juzga f�cil conseguir alg�n negocio, encuentra grandes dificultades.


Poco va de diestro a diestro.

Locuci�n con que se explica la igualdad de dos en la habilidad, destreza o astucia, dando a entender as� que cada uno le percibe o penetra bien al otro la intenci�n, o le previene en lo que va a ejecutar.


A un diestro, un presto.

Ense�a que hay ocasiones en que aprovecha y sirve m�s la prontitud y celeridad en ejecutar alguna cosa, que la habilidad y destreza.


El m�s diestro la yerra.

Locuci�n con que se da a entender la facilidad de caer en alg�n descuido o yerro, a�n los m�s advertidos y prudentes.


De diestro a diestro, el m�s presto.

Da a entender que entre dos igualmente h�biles, astutos y sagaces, el m�s pronto en resolver o emprender el intento lleva la ventaja.


Dieta y mangueta, y siete nudos en la bragueta.

El huir de la gula y de los goces sensuales, y el uso frecuente de las lavativas, son tres medios conducentes a disfrutar de salud y longevidad.


Los diezmos de Dios, de tres blancas sisar dos.

Reprende a los que desfalcan algo de lo que deben pagar.


La diligencia es madre de la buena ventura.

Ense�a cuanto influye el cuidado y actividad en el logro de las solicitudes.


Amor ni dinero no puede estar encubierto.

Explica la facilidad que hay en conocer quien es rico, pues su porte y gastos lo dan a entender por lo com�n, del mismo modo que le sucede al enamorado.


El dinero hace al hombre entero.

Ense�a la disposici�n que tiene un hombre que no necesita hacer su fortuna, para obrar con rectitud y entereza.


Por dinero baila el perro, y por pan si se lo dan.

Explica la fuerza del dinero, que influye aun en aquellos a quienes no sirve ni aprovecha.


Por mi dinero, papa le quiero.

Indica el derecho que cada uno tiene a que sea de la mejor condici�n y calidad aquello que le cuesta su dinero.


Bien te quiero, bien te quiero, m�s no te doy mi dinero.

Reprende a los que hacen muchos agasajos y cari�os, y faltan en el tiempo de la necesidad.


Quien tiene dinero pinta panderos.

Manifiesta la facilidad con que logra el rico lo que se le antoja.


De dineros y bondad, la mitad de la mitad.

Da a entender que en caudales y virtudes suele ser muy equ�voca la opini�n general.


Dinero olvidado, ni hace merced ni grado.

Las cosas �tiles dejan de serlo cuando no se hace uso de ellas. Tambi�n se dice: Lo olvidado, ni agradecido ni pagado.


Dios me depare mes�n que la hu�speda me haga algo, y el hu�sped non.

Da a entender lo mucho que la mujer puede con su ma�a y arte en el manejo de las cosas de la casa.


Dios te d� ovejas e hijos para ellas.

Ense�a cuanto importa que el mismo due�o sea quien cuide de su hacienda.


Dios y vida componen villa.

Son necesarios el trabajo y diligencia personal para conseguir las cosas con el auxilio de Dios, y es una temeridad el dejarlo todo a su providencia.


Eso se hace, lo que a Dios aplace.

Advierte que interviene Dios en todos los sucesos, disponi�ndolos o permiti�ndolos.


Lo que a Dios da, llevarse ha.

Exhorta a la conformidad en los trabajos, consider�ndolos como enviados de Dios, que siempre busca nuestro mayor provecho.


M�s vale a quien Dios ayuda, que quien mucho madruga.

D�cese contra los que confian m�s en sus diligencia, que en la ayuda de Dios.


M�s puede Dios que el diablo.

Locuci�n con que nos animamos a proseguir en alg�n buen prop�sito, aunque se presenten estorbos maliciosos.


Quien se muda, Dios le ayuda.

Es prudente mudar de mios, cuando los primeros no salen bien.


Rogar a Dios por santos, m�s no por tantos.

Expresa que la demasiada abundancia, aunque sea de cosas delicadas, buenas, y que se deseaban, muchas veces es molesta y perjudicial.


Tres cosas demando si Dios me las diese, la tela, el telar, y la que lo teje.

(V�ase Abad de Zarzuela, com�steis la olla, ped�s la cazuela).


Vaya bendito de Dios.

Se manifiesta haber perdonado a alguno alg�n agravio, o que no se quiere m�s trato con �l.


Dios desavenga a quien nos mantenga.

Advierte que de las discordias y desavenencias de unos suele resultar utilidad y provecho para otros.


Aqu�l es rico que est� bien con Dios.

La verdadera riqueza es la virtud.


A quien Dios no le di� hijos, el diablo le di� sobrinos.

Al que por su estado no tiene cuidados, le sobrevienen por otra parte o por otros motivos inexcusables.


Da Dios alas a la hormiga para morir m�s aina.

El abuso de los medios proporcionados para un digno fin, suele convertirlos en perdici�n y da�o. D�cese tambi�n: Por su mal cri� Dios o le nacieron alas a la hormiga.


�Adi�s mi dinero!

Exclamaci�n de sentimiento en que prorumpe uno al ver fallidas sus esperanzas.


Da Dios almendras al que no tiene muelas.

Se suele decir cuando las riquezas o conveniencias recaen el alg�n sujeto que no puede disfrutarlas. Este refr�n se expresa tambi�n de los dos modos siguientes: Da Dios babas a quien no tiene quijadas. Da Dios mocos a quien no tiene pa�uelo.


De menos nos hizo Dios.

Explica la esperanza que se tiene de conseguir lo que se intenta, aunque parezca desproporcionado.


Dios los cria y ellos se juntan.

Da a entender que los que son semejantes en las inclinaciones y en el genio, se buscan unos a otros. M�s comunmente se aplica esta locuci�n a los malos que a los buenos.


Dios me d� contienda con quien me entienda.

Denota que siempre conviene tratar con gentes que entiendan lo que se disputa.


A quien no habla no le oye Dios.

Reprende la cortedad de aquellos que por no atreverse a explicar sus solicitudes las malogran.


Obrar bien, que Dios es Dios.

El que cumple con su obligaci�n no tiene que hacer caso de murmuraciones, pues Dios le sacar� en bien.


Plegue a Dios que or�gano sea, y no se nos vuelva alcaravea.

Denota el recelo de que suceda lo contrario de lo que se desea o pretende.


Quien de los suyos se aleja, Dios le deja.

Al que abandona culpablemente a sus parientes, Dios le abandonar� tambi�n.


Gu�rdete Dios del diablo, de lodos al caminar y de alboroto de pueblo.

Tambi�n se dicen los siguientes: No te d� Dios moza adivina ni mujer latina, oficial nuevo ni barbero viejo, amigo reconciliado ni viento que entra por horado, y a tus hijos guardete de padrastro, los cuales se explican por si mismos.


Dios consiente, y no para siempre.

Recuerda la justicia y castigo de Dios al que obra mal, confiado en su espera y misericordia.


Dios da el frio conforme la ropa.

Dios da el socorro seg�n la necesidad.


Dios no come ni bebe, m�s juzga lo que ve.

Recuerda la presencia de Dios en todo lugar, para que nosotros procedamos rectamente, como que hemos de ser juzgados por quien ve nuestras obras.


Dios, que da la llaga, da la medicina.

Ense�a que debemos esperar el remedio de nuestros males de la misma mano de Dios, que nos los envia.


A Dios rogando y el mazo dando.

Nos amonesta hagamos de nuestra parte cuanto alcancen nuestras fuerzas para el logro de nuestros deseos, sin exigir que Dios haga milagros.


A quien Dios se la diere, San Pedro, o San Ant�n se la bendiga.

Explica la disposici�n que tiene alguno a conformarse con la Providencia en el buen o mal �xito de sus pretensiones o deseos.


Dais por Dios al que tiene m�s que vos.

Reprende la necedad de muchos que, sin elecci�n ni discernimiento, reparten aun lo que a ellos mismos har� falta entre los que no lo han menester.


De Dios viene el bien y de las abejas la miel.

Dios es el �nico autor del bien, por cualquier medio que nos venga.


No hiere Dios con dos manos.

Los castigos de Dios siempre nos vienen templados por su misericordia, pues nunca son iguales a nuestras faltas.


Cuando Dios amanece, para todos amanece.

Ense�a que debemos comunicar nuestros bienes y felicidades a los dem�s, o, cuando menos, no suscitar obst�culos a su bienestar.


Cuando Dios no quiere, santos no pueden.

Avisa que cuando no se tiene ganada la voluntad del que ha de conceder alguna gracia, no hay que fiar en mediaciones de amigos o intercesores.


Cuando Dios quiere, con todos aires llueve.

Ense�a que todo obedece a la voluntad de Dios, disponiendo que los medios que se creen mas contrarios al logro de alguna cosa, sirvan para su consecuci�n.


Cada uno estornuda como Dios le ayuda.

Cada uno hace las cosas del mejor modo que sabe o puede.


A quien madruga, Dios le ayuda.

Una buena diligencia suele tener feliz un �xito en las pretensiones.


Cada semana tiene su disanto.

Consuela a los que tienen trabajos, represent�ndoles que con el tiempo suelen interrumpierse o minorarse.


Por las v�speras se conocen los disantos.

Ene�a que el prudente observa y hace juicio de los sucesos por los antecedentes y se�ales que les preceden.


Dolor de mujer muerta dura hasta la puerta.

Explica lo poco que algunos sienten el enviudar.


Vanse los amores y quedan los dolores.

Da a entender que los fines de los amores son amargos y tristes ordinariamente.


Donde quiera que fueres, haz como vieres.

Ense�a cuanto conviene no singularizarse, sino seguir los usos y costumbres del pa�s en que cada uno se halla. Otros dice: Cuando a Roma fueres, etc.


La doncella honesta, el hacer algo es su fiesta.

Aconseja la necesidad de tener ocupadas a las j�venes para preservarlas de los vicios que ocasiona la ociosidad.


La doncella y el azor, las espaldas hacia el sol.

Advierte que as� como ofende al azor la vista del sol, de igual manera perjudica a la honestidad de las doncellas dejarse ver demasiado.


Quien adama a la doncella, el alma trae en pena.

Da a entender cuan graves son a los j�venes los cuidados del amor.


Dos a uno, tornarme he grullo.

Es prudencia ceder y retirarse cuando las fuerzas contrarias son superiores.


Dos potros a un can bien le morder�n.

Da entender la ventaja del mayor n�mero en los combates y peleas.


El que no duda, no sabe cosa alguna.

Ense�a cuanto perjudica a la averiguaci�n de la verdad la facilidad en creer, y la precipitaci�n y falta de ex�men.


Al buen pagador no le duelen prendas.

Al que quiere cumplir con lo que debe, no le cuesta dificultad dar cualquiera seguridad o garant�a que le pidan.


A quien le duele, le duele.

Expresi�n con que se da a entender que por mucha parte que se tome en los males o cuidados de otro, nunca es tanta como la de aquel que los tiene o padece.


El golpe de la sarten, aunque no duele tizna.

Las calumnias contra alguno, aunque siendo claras y reconocidas por tales no parezca que le perjudican, suelen dejar alguna mancha en su reputaci�n.


Duerme a quien duele, y no duerme quien algo debe.

Denota que los hombres honrados m�s sienten y se desvelan por deber y no poder pagar, que por padecer alg�n dolor.


Due�a culpada, mal castiga mallada.

Da a entender que el que se halla culpado no puede reprender a otro.


Due�a que de alto hila, de alto se remira.

Denota la presunci�n y vanidad que tienen algunas mujeres de ser muy hacendosas.


Due�a que en alto hila, abajo se humilla.

Da a entender cuan expuesto y sujeto a inconvenientes es el levantarse uno a m�s alto lugar que el que a su estado y ejercicio corresponde, como la mujer que no quiere hilar sentada en el suelo, sino en alto, y por lo mismo tiene que bajarse cada vez que se cae el huso.


Cuando os pedimos, due�a os decimos, cuando os tenemos como queremos.

Da a entender lo vario de los hombres en la estimaci�n que hacen de la persona a quien piden una cosa al tiempo de solicitarla y despu�s que la han conseguido.


Yo due�a y vos doncella, �qui�n barrer� la casa?

Cada uno debe cumplir con las obligaciones de su estado o ministerio, sin pretender cargarlas a otro.


A cada puerta su due�a.

Denota el cuidado con que se deben guardar algunas cosas.


Due�a que mucho mira, poco hila.

Da a entender que la mujer ventanera nunca ser� muy hacendosa.


Adonde no est� el due�o, ah� est� su duelo.

Ense�a cuanto importa la presencia del se�or para que se haga bien y con cuidado sus cosas.


Quien mucho duerme, poco aprende.

Para saber es necesario mucho desvelo y aplicaci�n.


Duerme Juan y yace, que tu asno pace.

Da a entender el descuido y sosiego con que puede vivir el que ha despachado lo que est� a su cargo.


�A do vas, duelo? A do suelo.

Los males y trabajos no suelen venir solos, sino que se suceden unos a otros.


Duelos me hicieron negra, que yo blanca me era.

Da a entender lo mucho que acaban los sentimientos.


Los duelos, con pan son menos.

Son m�s soportables los trabajos cuando hay bienes y conveniencias.


Vayan las duras con las maduras.

Debe llevar las incomodidades de un empleo u oficio, el que tiene las utilidades y los provechos.


Yo duro y vos duro, �quien llevar� lo maduro?

Explica la dificultad de concluir un ajuste o convenio entre dos porfiados y temosos.


M�s da el duro que el desnudo.

Siempre se ha de esperar m�s del avaro que tiene que dar, que del liberal que no tiene.


Nadie le ha preguntado a V. la edad que tiene.

(V�ase �Quien le ha dado a V. vela en este entierro?).


Ya escampa, y llovian guijarros.

Denota la pesadez y tes�n con que alguno intenta persuadir lo que no tiene fundamento. Tambi�n se dice cuando sobre un da�o recibido sobrevienen otros mayores.


Alguno est� en el esca�o, que a s� no aprovecha y a otro hace da�o.

Se aplica a los que ocupan alg�n puesto o gozan de favor sin fruto propio y con da�o de otros.


Escarcha rebolluda, al segundo o tercer d�a suda.

Denota que despu�s de haber caido dos o tres escarchas grandes y seguidas, regularmente llueve.


Dijo el escarabajo a sus hijos: venid ac� mis flores.

Explica cuanto enga�a la pasi�n en el juicio de las dotes y gracias de las personas que amamos.


Hasta los escarabajos tienen tos.

Reprende a los que hacen ostentaci�n de cualidades que no les son propias.


El mal encantador, con la mano ajena saca la culebra.

Moteja al que, desconfiado de su habilidad, se vale de auxilio ajeno para ostentarla.


De los escarmentados se hacen los arteros.

Denota cuanto valen las experiencias de los da�os y trabajos sufridos, para ense�ar el modo de evitar en adelante las ocasiones peligrosas. Tambi�n se dice de los tres modos siguientes: De los escarmentados se hacen los avisados. El escarmentado busca el vado. El escarmentado bien conoce el vado.


Ninguno se embriaga del vino de casa.

Advierte que las cosas propias no satisfacen, antes suelen causar fastidio.


No hay manjar que no empalague, ni vicio que no enfade.

Ense�a que as� como los manjares, aunque sean sabrosos, llegan a fastidiar cuando se repiten, as� los placeres viciosos, aunque parezcan deleitables al pricipio, llegan a causar pena y tormento.


Lo que no se empieza no se acaba.

Manifiesta vencerse la primera dificultad de un negocio con s�lo principiarle.


M�s tiene el rico cuando empobrece que el pobre cuando enriquece.

Advierte que de ordinario tiene m�s el rico cuando viene a menos, que el pobre que va saliendo de su pobreza.


Cuando la sucia empucha, luego anubla.

Da a entender que el que dilata por pobreza lo que debe hacer a su tiempo, suele hallar despu�s embarazos al tratar de realizarlo.


Hombre enamorado, nunca casa con sobrado.

Da a entender que los enamorados son ordinariamente disipadores de sus haciendas, y no atienden a adelantarlas.


Juzgan los enamorados que tienen todos los ojos vendados.

Denota que el que est� apasionado cree que nadie ve lo que �l quisiera que no viese.


Lo m�s encomendado lleva el gato.

Advierte que lo que m�s se cuida es lo que suele extraviarse o perderse.


A la que a su marido encornuda, Se�or y t� la ayuda.

Explica que por ser tan grave el delito de la mujer que comete adulterio, es necesario el auxilio de Dios y las exhortaciones de los buenos para que conozca su pecado y se arrepienta.


Yo a vos por honrar, vos a m� por encornudar.

Se dice de los que corresponden con ingratitud a los beneficios que se les hacen.


Quien presto endentece, presto hermanece.

Indica que el ni�o que arroja temprano los dientes, temprano dejar� de mamar, con lo que su madre se har� presto pre�ada, y �l tendr� pronto hermano.


Quien endura, caballero va en buena mula.

Ense�a que conviene vivir con econom�a, para conservar la decencia.


El que es enemigo de la novia �c�mo dir� bien de la boda?

Ense�a que el dict�men o prudente noticia de las cosas, se debe siempre tomar de quien est� desapasionado. Cuando se quiere manifestar no deberse dar fe a los dichos de los testigos apasionados y quejosos, se dice: El que es enemigo de la novia, no dice bien de la boda.


Quien a su enemigo popa, a sus manos muere.

El que desprecia a su enemigo, suele ser v�ctima de su vana confianza.


Al enemigo que huye, la puente de plata.

En ciertas ocasiones conviene facilitar la huida al enemigo.


De los enemigos, los menos.

Se usa cuando se trata de deshacerse de los que causan alg�n perjuicio.


�Qui�n es tu enemigo? el que es de tu oficio.

Advierte que la emulaci�n suele reinar entre los hombres de una misma clase, ejercicio, etc.


Enero y febrero comen m�s que Madrid y Toledo.

Usanlo los ganaderos u otras personas que tratan en carnes, para expresar lo que �stas se disminuyen con la falta de hierbas que en estos meses se padece.


En enero, ni galgo lebrero ni halc�n perdiguero.

Ense�a que en el mes de enero no debe cazarse.


Quien tiene enemigos no duerma.

Advierte el cuidado, cautela y vigilancia que se ha de tener con los enemigos, para que no nos cojan desprevenidos sus asechanzas o invasiones.


El pollo de enero, a San Juan es comedero.

Denota que los pollos que nacen por enero est�n en saz�n para San Juan.


El pollo de enero sube con el padre al gallinero.

Da a entender que es m�s a prop�sito el frio para este g�nero de animales que el tiempo templado o caluroso.


Enfermedad larga, muerte al cabo.

El enfermo que ha sido acometido de un mal grave y prolongado, rara vez puede desembarazarse de �l; porque aun dado que la medicina fuera bastante eficaz a curarle la enfermedad que le aqueja, el estado de postraci�n y extenuaci�n en que �sta le ha sumido no le permite lograr combatirla, con cuyo motivo tarde que temprano llega a sucumbir.


Quien viejo engorda, dos mocedades goza.

Significa que el hombre que engorda llegado a viejo, disimula la edad, y goza salud tan robusta como si fuera mozo.


Si quieres cedo engordar, come con hambre y bebe a vagar.

Ense�a que para nutrirse bien y pronto, es necesario comer s�lo cuando hay apetito y beber despacio.


No hay tal cama como la de la enjalma.

Manifiesta que no hay lecho duro ni inc�modo cuando hay buena disposici�n o gana de dormir.


Hija enlodada, ni viuda ni casada.

Da a entender que quien ha perdido su opini�n y fama, con dificultad hallar� acomodo o establecimiento.


Quie yerra y se enmienda, a Dios se encomienda.

Da a entender que a nadie se le debe culpar de las faltas que �l mismo ha corregido, y de que se arrepiente.


Al que yerra, perd�nale una vez, m�s no despu�s.

Advierte que es raz�n disimular y perdonar el primer error; pero que si son repetidos los yerros no merecen disculpa y se deben castigar.


Al buen entendedor pocas palabras.

Da a entender que el sujeto capaz y de buen entendimiento, comprende f�cilmente lo que se quiere decir.


Cada uno se entiende, y trastejaba de noche.

Moteja al que hace alg�n desprop�sito, estando persuadido a que procede con acierto.


Tanto entorn�, que trastorn�.

Ense�a que los demasiadamente impertinentes, suelen echar a perder las cosas por perfeccionarlas y apurarlas m�s de lo que conviene.


La letra con sangre entra.

Da entender que el que quisiere saber o adelantar en cualquiera cosa, ha de ser a costa de trabajo y fatiga.


La vez de la ensalada, ni la pierdas, ni sea aguada.

Ense�a que despu�s de la ensalada se debe beber vino puro.


Esas son entradas de pavana.

Modo de hablar familiar con que se moteja a alguno que viene con gran seriedad y misterio a solicitar alguna friolera o cosa sin sustancia.


Entra�as y arquetas, a los amigos abiertas.

Manifiesta la franqueza y confianza que se debe tener con los amigos.


Envaine V., seor Carranza.

Expresi�n familiar con que se dice a uno que se sosiegue y deponga la c�lera o enfado.


Si la envidia fuera ti�a, cu�ntos ti�oso habr�a.

Locuci�n familiar con que se nota al envidioso disimulado.


Despu�s que te err�, nunca bien te quise.

Se usa para denotar que ordinariamente se aborrece al que se ha ofendido, por el temor de que se vengue.


Escoba desatada, persona desalmada.

Denota que no se puede sacar ning�n partido bueno de una cosa o persona que est� en desorden.


Muchas veces el que escarba, lo que no querr�a halla.

Los hombres demasiadamente curiosos en apurar las cosas, suelen encontrar lo que les es nocivo y causa gran pesar.


Cuando nace la escoba, nace el asno que la roya.

Explica que ninguno es tan feo que no halle su igual con quien acomodarse.


La primera mujer escoba, la segunda se�ora.

Ense�a que suelen los que se casan dos veces tratar mejor a la segunda mujer que a la primera.


El d�a que no escobe, vino quien no pens�.

Advierte que es muy conveniente el vivir prevenido y aparejado para lo que pueda sobrevenir.


Con escobilla el pa�o, y la seda con la mano.

Ense�a que a cada uno se ha de tratar conforme corresponde a su genio y educaci�n.


A quien dan no escoge.

Advierte que el que recibe un beneficio, debe mostrarse satisfecho, por no incurrir en la nota de ignorante e ingrato.


A quien dan en que escoger le dan en que entender.

Nota la dificultad que se halla en atinar con lo que es m�s conveniente, cuando se ha de elegir por el propio conocimiento.


Gran placer, no escotar y comer.

Se dice de los que son convidados a alg�n banquete o festejo, y tambi�n de los que se entran de gorra y disfrutan alg�n festejo sin costarles nada.


Ta�e el esquil�n, y duermen los tordos al son.

Se dice de los que han perdido el miedo a las reprensiones, y no hacen caso del que diran.


Escribe antes que des, y recibe antes que escribas.

Ense�a las precauciones con que se ha de comerciar y tratar los negocios, para no exponerse a las p�rdidas que ocasiona el descuido y la demasiada confianza.


Por bueno o por malo, el escribano de tu mano.

Ense�a cuanto contribuye, para el buen �xito de un negocio, tener de su parte al principal agente de �l.


Quien escucha, su mal oye.

Reprende a los demasiadamente curiosos y amigos de oir lo que hablan otros.


Escudero pobre, taza de plata y olla de cobre.

Advierte que la mejor econom�a consiste en tener alhajas de mayor duraci�n, aunque se gaste algo m�s al tiempo de comprarlas.


Escudero de Guadalajara, de lo que promete a la noche no hay nada a la ma�ana.

Reprende la volubilidad de los �nimos inconstantes.


Donde fuiste paje no seas escudero.

Ense�a se deben evitar los motivos de envidia que causan a los que han sido sus compa�eros los que ascienden a clase m�s honor�fica.


En el escudillar ver�s quien te quiere bien y quien te quiere mal.

Denota que el modo de hacer los beneficios y distribuir los empleios, descubre la mayor o menor afici�n y particular inclinaci�n del que los reparte.


Lo que se usa no se excusa.

Advierte que nos debemos conformar con la costumbre com�n del tiempo siempre que sea l�cita y honesta.


Al espantado la sombra le espanta.

Denota que el que ha padecido alg�n trabajo o contratiempo, con cuaquier motivo se recela y teme no le vuelva a suceder.


Quien espera se desespera.

Explica la mortificaci�n del que vive en una esperanza incierta de lograr el fin de sus deseos.


Quien espera en la esfera, muere en la rueda.

Advierte que no debe el hombre poner su confianza en este mundo inconstante.


La experiencia es madre de la ciencia.

Ense�a que sin el uso y conocimiento pr�ctico, dif�cilmente se alcanza el verdadero y perfecto de lo que se aprende y estudia.


No saques espinas donde no hay espigas.

Aconseja que no se trabaje sin esperanza de fruto.


El cuerdo no ata el saber a estaca.

El hombre sabio y prudente no se deja llevar a ciegas de la opini�n.


Adonde pensais hallar tocinos no hay estacas.

Advierte cuanto se enga�an algunos creyendo que otros tienen grandes facultades, cuando carecen de lo necesario.


Siete estados debajo de tierra.

Expresi�n metaf�rica de que se usa para denotar que alguna cosa est� muy oculta o escondida. Cuando se dice: Meter o sepultar siete estados debajo de tierra, entonces es una frase exagerativa con que se intenta amedrentar a alguno.


No estirar la pierna m�s de a lo que alcanza la manta.

Aconseja que no se gaste m�s de lo que corresponde a las facultades de cada uno.


El ruin, cuanto m�s le ruegan m�s se extiende.

Advierte que los hombres de menos valer se entonan y ponen m�s hinchados, al paso que se les hacen m�s ruegos para que condesciendan a alguna s�plica.


La estopa cabe el mancebo, ll�mola fuego.

Refr�n que advierte el riesgo que hay en la demasiada familiaridad entre hombre y mujeres. Tambi�n se dice: No est� bien el fuego cabe las estopas.


No bastan estopas para tapar tantas bocas.

Advierte lo dificultoso que es impedir la mumuraci�n que es casi general.


A falta de hombres buenos hicieron a mi padre alcalde.

Se suele decir cuando se da alg�n empleo a persona poco inteligente, o menos digna, por no haber para �l otra m�s a prop�sito.


El cuarto falso, de noche pasa.

Explica que las cosas malas se procuran hacer ocultamente, para que no se puedan distinguir.


Cobra buena fama, y �chate a dormir.

Da a entender que el que una vez adquiere buena fama, con poco trabajo la conserva.


Unos tienen la fama, y otros cardan la lana.

Advierte que muchas veces se atribuye a uno lo que otro hizo.


Buena fama, hurto encubre.

Aconseja que se procure adquirir buena opini�n, porque con ella se puede disimular alg�n defecto, si le hay.


Si quieres buena fama, no te d� el sol en la cama.

Reprende a los perezosos y alaba a los diligentes.


La mala llaga sana, la mala fama mata.

Denota cuan dif�cil es de borrarse la mala opini�n una vez adquirida.


Las migajas del fardel, a las veces saben bien.

Ense�a que las cosas que por ser de poca monta se desprecian, suelen aprovechar en algunas ocasiones.


Peso y medida quitan al hombre fatiga.

Aconseja el buen r�gimen y orden que se debe tener en las acciones de la vida humana.


Cuando pitos flautas, cuando flautas pitos.

Modo de hablar del estilo jocoso con que se explica que las cosas suceden, o se ejecutan al contrario de como se esperaban o debian hacer.


El amor y la fe en las obras se ve.

Denota que las obras son las que dan el m�s seguro testimonio de la intenci�n.


Fea en faja, bonita en plaza.
Bonita en faja, fea en plaza.

Indican estos dos refranes contrarios, que por lo regular la mujer que nace fea suele volverse hermosa al operarse en ella el desarrollo de la naturaleza, y viceversa.


Febrero cebadero.

Expresa que la lluvia en este m�s afianza la cosecha de la cebada.


Cada uno cuenta de la feria como le va en ella.

Denota que cada uno habla de las cosas, seg�n el provecho o da�o que ha sacado de ellas.


Puerco fiado gru�e todo el a�o.

Explica lo trabajoso que es el verse un hombre adeudado, por la molestia continua de los acreedores.


De quien pone los ojos en el suelo, no fies tu dinero.

Aconseja que nos guardemos de los hip�critas.


No estar para fiestas.

Estar desazonado y enfadado, o no gustar de lo que se propone. Tambi�n se dice: No est� la Magdalena para tafetanes.


Quien te hace fiestas que no te suele hacer, o te quiere enga�ar, o te ha menester.

Da a entender el cuidado con que deben mirarse los aduladores.


Natural y figura, hasta la sepultura.

Explica no ser f�cil mudar de genio.


No estar para firmar.

Locuci�n con que se da a entender que alguno, por embriagado, ha perdido todo juicio y no es h�bil para cuidar de sus cosas.


Donde se saca y no se mete, presto el fin se le ve.

(V�ase Quien tiene cuatro y gasta cinco, ha ha menester bolsico).


Al fin se canta la gloria.

Da a entender que hasta estar concluida una cosa no se puede hacer juicio cabal de ella.


Fingir ruido por venir a partido.

Explica la astucia y malicia de algunos que, porque no tienen raz�n, quieren hacerse temer para conseguir lo que desean.


Ni de las flores de marzo, ni de la mujer sin empacho.

Denota lo poco que se puede esperar de la mujer que ha empezado a perder la verg�enza, del mismo modo que del campo cuando se adelanta demasiado antes que llegue la primavera.


Como mil flores.

Expresi�n con que se aplica la galanura y buen parecer de alguna cosa.


Por codicia de florin no te cases con ruin.

Aconseja que nadie se deje llevar de s�lo el inter�s para casarse.


Tras del vicio viene el fornicio.

Ense�a que f�cilmente se pasa de un vicio a otro.


Fortuna y aceituna, a veces muchas y a veces ninguna.

Da a entender que as� como la cosecha de la aceituna rara vez es mediana, as� tambi�n es la fortuna que rara vez se contenta con la median�a.


La fortuna de las feas las bonitas la desean.

A veces suelen lograr matrimonio m�s conveniente las mujeres feas que las que no lo son.


Fortuna te d� Dios, hijo, que el saber poco te basta.

Da entender que regularmente no se suele atender al m�rito de los sujetos, antes por el contrario, que los menos id�neos son los que ocupan de ordinario los puestos m�s encumbrados y lucrativos.


Al hombre osado, la fortuna le da la mano.

Da a entender que se suelen lograr mejor las cosas cuando se emprenden sin reparo ni timidez. D�cese tambi�n en este sentido: Fray Modesto nunca fue prior.


Fraile que fue soldado, sale m�s acertado.

El que despu�s de haber adquirido desenga�o de las cosas del mundo entra en religi�n, suele salir mejor religioso.


Fraile que pide por Dios, pide para dos.

En las obras de caridad que se hacen con el pr�jimo, no s�lo se interesa el que las recibe, sino tambi�n el que las hace, por el m�rito que adquiere con Dios.


M�s vale vuelta de llave, que conciencia de fraile.

Advierte que nosotros debemos buscar y tomar las seguridades que nos parezcan mejores par la conservaci�n de la hacienda, y no fiarnos de nadie.


T� lo quisiste, fraile mosten, t� lo quisiste, t� te lo ten.

El que hace las cosas por su gusto no tiene a quien culpar si �stas obtienen un desenlace siniestro, mayormente si antes de emprenderlas se le habia predicho el desastroso resultado que tendria su determinaci�n.


Al freir de los huevos.

Expresi�n metaf�rica y familiar con que se expresa el tiempo en que se ha de ver si alguna cosa ha de llegar a tener efecto, y as� se dice: Fulano est� con esperanza de que ha de lograr su intento; pero al freir de los huevos lo ver�.


No vienen frieras sino a ruines piernas.

(V�ase Todos los golpes van a parar al dedo malo).


La masa y el ni�o en verano han frio.

Ense�a el cuidado que debe tenerse con las cosas que por su naturaleza son delicadas.


En fucia del conde no mates al hombre.

Aconseja que nadie obre mal, confiado en que tiene valedores, porque �stos no siempre pueden defenderle del da�o que le amenaza.


donde fuego se hace, homo sale.

Da a entender que por m�s ocultas que se hagan las cosas, no dejan de rastrearse.


Acometa quien quiera, el fuerte espera.

Advierte que es m�s valor esperar con serenidad el peligro, que acometerle.


Huir del fuego y dar en las brasas.

Se aplica al que, procurando evitar un inconveniente o da�o, cae en otro mayor.


A fuerza de villano, hierro en mano.

Ense�a que a quien no escucha razones es menester resistirle por fuerza.


Andese la gaita por el lugar.

Explica el poco cuidado que se tiene de algunas cosas populares, o la indiferencia con que se miran.


El gaitero de Bujalance, un maravedi poque empiece y diez porque acabe.

Se aplica a los que son molestos y pesados en su trato y conversaci�n, siendo por otra parte dif�ciles de entrar en ella, al mismo tiempo que se hacen de rogar.


La gala del nadador es saber guardar la ropa.

Ense�a que en cualquiera cosa o negocio, lo m�s importante es cuidar de no sufrir alg�n da�o o detrimento.


La galga de L�cas.

Expresi�n con que se da a entender que alguno falta en la ocasi�n forzosa.






El libro de los refranes.
Colecci�n alfab�tica de refranes castellanos,
Explicados con la mayor concisi�n y claridad por
D. Jos� Mar�a Sbarbi.
Madrid, 1872.
Librería de D. Le�n Pablo Villaverde.

Rutgers University Libraries
PN6491.S231872

Omnipædia Polyglotta
Francisco López Rodr�guez
[email protected]